Ed Rex, graduado en música en la Universidad de Cambrige, ha pasado los últimos años enseñando los secretos de la composición de canciones con computador. Suena como una búsqueda quijotesca pero el joven de 28 años quiere probar que el arte y la creatividad no son de dominio exclusivo del ser humano.
Acaba de lograr un hito. Jukedeck, la compañía que fundó en 2012 para desarrollar su sistema de composición musical, lanzó su primer producto y, además, anunció que había recaudado dos millones de libras de capital riesgo para acelerar su crecimiento.
Jukedeck vende canciones a cinco libras. Los clientes eligen el estilo y la duración del tema y el software genera un audio único de descarga. Inicialmente, la compañía pretende atender a creadores de video online que quieren una banda sonora original. Según Rex, responde a una necesidad: “Buscar en las bibliotecas de audios puede llevar horas, es caro y las restricciones de los derechos de autor y regalías son confusos. Nuestro objetivo es arreglar esto”.
Aunque las canciones de Jukedeck carecen del atractivo de las piezas conocidas, son baratas, libres de regalías y han provado ser suficientemente buenas para algunos clientes. Durante la fase de prueba previa al lanzamiento, las bandas sonoras generadas por Jukedeck se utilizaron en videos subidos a Youtube por Google y el Museo de Historia Natural.
Las canciones de la compañía se han vuelto más sofisticadas, asegura Rex, a medida que el algoritmo que las produce se redefine. El equipo de Jukedeck incluye expertos en aprendizaje automático y compositores. Patrick Stobbs, jefe de operaciones de la firma, afirma que esperan producir música que sea agradable para los humanos, como lo son las canciones populares.
“Las computadoras han automatizado tareas mundanas durante mucho tiempo, pero existe la presunción de que la creatividad es algo que la inteligencia artificial no puede tocar”, afirma. “Creatividad es aprender de ejemplos pasados, imitando y recombinando lo aprendido e introduciendo variaciones menores. Se trata de ver cómo el resultado funciona con el público y repetirlo. Estas tareas pueden realizarlas la computadora”.
Para defenderse de la competencia, la empresa ha pedido la patente de su sistema de composición en Reino Unido y Estados Unidos. Jukedeck llega a un mercado competitivo. Las librerías de audios como Premium Beat y Audio Jungle han estado vendiendo música barata y sin regalías durante años y ofrecen amplias colecciones de canciones. Se estima que este mercado genera US$ 400 millones al año.
Pero Jukedeck se posiciona a sí misma como la alternativa barata. A largo plazo, los fundadores calculan que su algoritmo podrá producir canciones que sean lo suficientemente buenas para ser utilizadas en servicios de streaming.