¿Puede el diseño regenerar una ciudad? ¿Puede incluso poner en marcha un sólo barrio? Ciudades desde Berlín a Beijing han estado tratando de utilizar el diseño para reforzar los distritos deteriorados o elevar el perfil de los nuevos desarrollos. Sin embargo, hasta ahora, ha sido muy poca la evidencia de que el diseño siempre sea suficiente.
La metrópolis del diseño que todo el mundo conoce es Milán, una ciudad que ha construido su reputación sobre la innovación visual desde la moda hasta en muebles. Pero Milán es especial. Es la capital de la moda con una exitosa feria de diseño comercial que está en el centro de una industria global. Londres, Barcelona y otros han tratado de invertir en la frescura percibida de la industria para anclar barrios creativos, pero cada uno ha tenido que ir más allá del diseño, a menudo atrayendo empresas de tecnología y start-ups para apuntalar los arriendos y la densidad. La cultura del diseño puede iniciar la regeneración (y su consecuencia, el aburguesamiento), pero lucha por terminar el trabajo por cuenta propia.
Una ciudad, no obstante, que está tratando de establecerse como un nexo de diseño internacional es Miami. Está en auge y brilló en el veleidoso foco mundial con Design Miami la pasada semana al celebrar su primera década.
El Distrito del Diseño de Miami fue sometido a un lifting facial para la feria con nuevos edificios de jóvenes arquitectos brillantes en aparentemente cada esquina, mientras que "el gran arte" llega a las plazas y a las fachadas, haciendo un espectáculo visual imperdible.
Y se ve bien. Una nueva plaza (Palm Court) gira en torno a una reconstrucción del "Fly's Eye Dome" de Buckminster Fuller (diseñado originalmente en 1965 como una casa) y cuenta con un exquisito edificio de cristal azul en capas de Sou Fujimoto (arquitecto del Pabellón de la Serpentine de Londres de 2013).
Aranda/Lasch ha contribuido con una estructura en metal brillante plisado. Hay un elegante edificio de diseñado ladrillo por K/R (la "R" es de Terence Riley, anteriormente del MoMA y una de las figuras clave en el diseño y la arquitectura de la escena de Miami) y hay una gran obra de arte urbana de John Baldessari en su camino.
Se podría decir que el cerebro y desarrollador del Design District, Craig Robins, ha hecho todo bien. Él ha creado un transitable, y atractivo barrio diverso arquitectónicamente, que se siente genuinamente urbano en una ciudad renombrada por su estructura inconexa.
Entonces, ¿podría convertirse en un modelo mundial para la regeneración impulsada por el diseño? Para responder a esto tenemos que mirar a la historia del Design District, a sus éxitos indudables, pero también a algunas de las dudas que arroja sobre la viabilidad del diseño para llevar a la regeneración en sus elegantes aunque delgados hombros.
Está ubicado en lo que fue una vez la villa de Buena Vista, que fue tragado durante el auge de la tierra de Miami en la década de 1920 y ahora es un vecindario a las afueras de Midtown. Siempre fue una zona de almacenes de muebles y retailers. Esos negocios dejaron una infraestructura de edificios semi-industriales que podían ser convertidos en nuevas tiendas de muebles o estudios de diseño, pero eran también lo suficientemente anodinos para ser demolidos si eso era mejor.
El mejor material de base. En su centro se encuentra el "Moore Building", una sólida estructura de 1921 que se eleva sobre sus vecinos. "Elastika", la impactante instalación escultórica desparramada que domina su atrio, fue diseñada por Zaha Hadid en 2005. El distrito está acordonado por la autopista I-95 y el de la Cruz Collecction, un museo privado con un programa educativo sobresaliente y una pantalla de arte contemporáneo.
Pero Robins trabajó duro. Los arquitectos que contrató eran brillantes y los edificios están inconmensurablemente por encima del estándar de la mayoría de los edificios contemporáneos de EEUU, con escalas íntimas y su lenguaje arquitectónico variado y cuidadosamente articulado.
Es un absoluto placer ver edificios como la elegante galería de Plummer Alley de Cure&Penabad y Khoury&Vogt, o la tienda Hermès de K/R´s Miesian, con pisos superiores esculturalmente decorados con discos de cristal tomados de los conductos eléctricos. El paisajista Nathan Browing crea una delicada superficie compartida en la que la acera fluye con el asfalto y se siente como un espacio donde los peatones tienen ventaja sobre los motoristas.
Browining también trajo árboles maduros para reemplazar los originales en lugar de pequeñas y débiles palmeras. Curiosamente, sus pisos inferiores y vegetación evocan más a un barrio latinoamericano, como Jardines en Sao Paulo, que a una ciudad estadounidense.
La señal más segura de éxito es la construcción de condominios en los límites del distrito. El novedoso exterior del edificio diseñado por Studio Gang hará mucho por grabar la presencia del barrio en el entramado de la ciudad.