John Posnakidis estaba sentado en un paradero de autobús en una autopista cerca de Adelaida cuando un camión fuera de control con casi 40 toneladas de acero le arrolló, matando al hombre de 42 años casi al instante. “La muerte de John fue devastadora para su familia”, afirma su hermana Sue Posnakidis.
El trágico incidente fue uno de los 985 accidentes fatales que imvolucraron a vehículos pesados entre 2010 y 2014 en Australia, causando 1.141 muertes. Este es un alto costo que hace que el trabajo de camionero sea uno de los más peligrosos de Australia, un país que depende del transporte de carga por carretera.
En respuesta, las autoridades han introducido controvertidas regulaciones que relacionan el salario de los conductors con la seguridad de las carreteras, haciendo responsable de la seguridad a toda la cadena de suministro, desde proveedores de bienes hasta transportistas. El sistema funciona asegurando que un mayor salario y costos de contratación puedan ser distribuidos a lo largo de toda la cadena de suministro. Ahora está siendo examinado como un modelo para la industria logística global dado el alto número de muertes y daños por camiones en todo el mundo.
El sistema de “tasas de seguridad” es alabado por los sindicatos, que afirman que reduce la presión sobre los conductores para ir más rápido e ignorar los turnos de descanso. Pero otros en la industria se oponen, argumentando que la relación entre salarios y seguridad no está probada, que el sistema incrementa el costo de los transportistas y duplica la regulación existente. El tribunal de Remuneración por Seguridad Carretera, que regula el salario y las condiciones del sector, está atrayendo el interés en el extranjero, con la Organización Mundial del Trabajo de Naciones Unidas afirmando recientemente que debe ser una guía para un código internacional que proteja a los conductores de camiones y usuarios de las vías de posibles daños. Los expertos de la industria dicen que es un sistema pionero que hace que las compañías a la cabeza de la cadena de suministro responsables por las prácticas en toda ella.
En EEUU, la Oficina de Administración Federal de Seguridad de Vehículos de Transporte está revisando el vínculo entre la remuneración y la seguridad en el transporte, uno de los trabajos más mortales del país con 835 muertes en 2014.
“Otros países han reconocido que las presiones sobre los conductores llevan directamente a la carnicería en nuestras carreteras”, dice Tony Sheldon, del Sindicato de Trabajadores del Transporte de Australia.
El mes pasado, el RSRT emitió su fallo más importante hasta la fecha, el establecimiento de pagos y condiciones mínimas para los conductores de camiones contratistas.
“Este es un primer fallo mundial”, dice Michael Rawling, de la Universidad de Tecnología de Sydney. “Reconoce cómo el mundo del trabajo está cambiando a medida que el número de contratistas independientes crece y (el número de) empleados de la empresa protegidos por las leyes laborales en muchos sectores disminuye”.