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Indicadores económicos mixtos ponen a la Fed ante una difícil decisión

Yellen ha argumentado que sería "apropiado" subir las tasas, si no en septiembre a más tardar a fines de año, para devolver la política monetaria a la normalidad después de las condiciones extraordinarias de la gran recesión.

Por: Sam Fleming, Washington | Publicado: Jueves 10 de septiembre de 2015 a las 04:00 hrs.
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Si James Bullard tiene razón, Estados Unidos está más que preparado para capear su primera subida de tipos de interés a corto plazo en una década. Para el restrictivo presidente de la Reserva Federal de St. Louis, Estados Unidos está entrando en un boom económico y es hora de que los costos de endeudamiento oficiales respondan. Salvo shocks inesperados, "verá mercados de trabajo muy fuertes y ojalá un fuerte crecimiento también", dijo en una entrevista el 28 de agosto.


Si esa visión es compartida en otras partes de la Fed se sabrá el 17 de septiembre, cuando el banco central celebre su reunión de política más escudriñada desde que Janet Yellen asumió la presidencia en febrero del año pasado.


Yellen ha argumentado que sería "apropiado" subir las tasas, si no en septiembre a más tardar a fines de año, para devolver la política monetaria a la normalidad después de las condiciones extraordinarias de la gran recesión. Con los costos de servicio de la deuda en su nivel más bajo como porcentaje de los ingresos por lo menos desde la década de 1980, los funcionarios del banco central han subrayado en repetidas ocasiones que la política seguirá siendo muy flexible, incluso después de un movimiento.


Pero aun cuando la Reserva Federal se prepara para endurecer la política, las nubes desinflacionarias sobrevuelan sobre muchas economías emergentes, los mercados financieros tiemblan, y los exportadores estadounidenses sufren un dólar más alto.


Los funcionarios del banco central enfrentan una imagen terriblemente compleja. Están surgiendo puntos de conflicto en la economía de Estados Unidos, en áreas que van desde las ventas de automóviles, que se encuentran en su ritmo más acelerado en una década, a los precios de los bienes raíces comerciales, que han superado los máximos de la época de la burbuja.


La tasa de desempleo ha caído por debajo de los niveles observados a principios de los dos últimos ciclos de aumento de tasas de la Fed, y las empresas están encontrando más difícil cubrir las vacantes que en 2005-2006.


A pesar de tal impulso, una encuesta de la Fed a sus bancos de reserva sugiere que hay apenas un atisbo de inflación a través de sus regiones, mientras que cifras del viernes confirman que los salarios siguen siendo lentos.


Para Peter Bowe, que dirige una vieja fábrica llamada Ellicott Dredges en Maryland, un alza de las tasas por parte la Fed podría ser una píldora difícil de tragar. Los costos de financiamiento para sus clientes se elevarían, dice. El dólar estadounidense podría alcanzar su máximo, nunca una perspectiva bienvenida para los exportadores.


Sin embargo, el desempeño sobresaliente de Estados Unidos se refleja en las ventas generadas por su empresa, que suministra las dragas que abrieron el Canal de Panamá. Por primera vez en una década, dice, los ingresos están aumentando más rápidamente en su propio patio trasero que en los mercados emergentes, donde son planos.


"Mire el crecimiento del PIB de Estados Unidos en comparación con el resto del mundo", afirma, destacando el resurgir del sector de la construcción, donde el gasto está en un máximo de siete años, así como mayores gastos en proyectos de transporte y agua.


Algunas de las evidencias más seguras de la recuperación se pueden encontrar en el gasto del consumidor. Las cifras de la semana pasada mostraron que las ventas de automóviles aumentaron a una tasa anualizada de 17,7 millones, el ritmo más rápido en una década. Jack Fitzgerald, fundador de Fitzgerald Auto Malls, que ha estado en el negocio durante 50 años, dice que las ventas han aumentado "drásticamente".


Un financiamiento más expedito de los bancos, una población en expansión, y la necesidad de reemplazar una vieja flota están ayudando a empujar la demanda, así como la economía más fuerte. Estos han sido "los mejores cuatro años que he visto", dice desde su concesionario en Rockville, Maryland.

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