FT Español

Furgones y aplicaciones para taxis colapsan de nuevo las calles de Londres

La velocidad de tránsito promedio, excluyendo buses y taxis, está en su nivel más bajo desde 2003, según el proveedor de datos INRIX, y está cerca de caer por debajo de los niveles previos al cargo por congestión.

Por: T. Powly / A. Sharman | Publicado: Lunes 7 de septiembre de 2015 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Londres se ha quedado atascado. El auge de las obras viales, expandiendo carriles para buses y bicicletas, y la revolución de las aplicaciones para taxis ha hecho mella en la capital del Reino Unido, convirtiéndola en una de las ciudades más congestionadas de Europa.

Doce años después de la introducción pionera de un cobro diario para los autos que entraran al centro de la ciudad, uno de los más grandes de Europa, los resultados son magros. La velocidad de tránsito promedio, excluyendo buses y taxis, está en su nivel más bajo desde 2003, según el proveedor de datos INRIX, y está cerca de caer por debajo de los niveles previos al cargo por congestión.

Los expertos señalan que los políticos deben o bien hacer un gran cambio en la política o ver cómo las calles de Londres empeoran aún más. "Cada planificador de transporte en el mundo lo sabe", dice Christian Wolmar, un historiador de transporte que está postulando para alcalde de Londres. "Muchos de los políticos lo saben, pero tiene miedo de hacer cualquier cosa". Los políticos culpan, en parte, al crecimiento económico que ha traído grandes proyectos y al incremento de vehículos para repartir pedidos online.

El alza en los retrasos en el tráfico es un desafío para las autoridades mientras inician un ambicioso programa de mejora de las carreteras con una inversión de 4 mil millones de libras en los próximos siete años.

También amenaza con empeorar la calidad del aire de Londres, que ya sobrepasa los límites legales, ya que el tráfico en movimiento lento produce más contaminación que los autos que se mueven libremente.

Transport for London (TfL), afirma que la tasa de congestión ayudó a reducir en cerca de 26% los retrasos en los primeros años después de su introducción, aunque su principal promotor, el ex alcalde Ken Livingstone, no ha visto cumplidas sus predicciones de que otras ciudades cumplirían su ejemplo.

Proyectos como la súper autopista para bicicletas y el aumento de obras viales han jugado un importante papel en la reducción de la capacidad vial en 30% desde 1996.

La caída de la capacidad de las carreteras coincide con un aumento de la demanda. Los autos en circulación se han reducido cerca de 15% desde su máximo en 1999, mientras que los buses han aumentado 70%. Y el comercio electrónico ha impulsado el número de furgonetas y camiones. Entre 1994 y 2013, el número de furgonetas registradas en Reino Unido aumentó 57% y suponen un quinto del tráfico en hora peak.

El auge de aplicaciones como Uber también ha influido en el empeoramiento de la congestión. El número de vehículos privados de arriendo ha crecido 26% en dos años.

Pero en los barrios de las afueras, el auto sigue siendo uno de los medios de transporte más populares, y el tráfico ha aumentado en los últimos años. Estos barrios representan el 70% de todo el tráfico de la capital.
Los expertos advierten que la congestión sólo empeorará, algo que la TfL acepta, ya que se espera que la población de Londres pase de 8,6 millones a 10 millones de personas en 2030. La congestión pesa también sobre las compañías de buses. Go-Ahead, la más grande de la ciudad, afirma que la mejora en infraestructura ha impactado en la capacidad de la compañía para cumplir con la solvencia asignada por la TfL. La estrategia de transporte de 2010 considera que, sin intervención, la demora de los vehículos incrementaría casi 20% en 2031.

Lo más leído