Exigiendo el fin de la "censura a tiros" en México, más de 500 escritores e intelectuales internacionales hicieron un llamado al presidente Enrique Peña Nieto a esforzarse más para prevenir el asesinato de periodistas en un país que dicen no tiene "santuario alguno para los reporteros perseguidos".
La fuerte misiva subraya lo que los activistas consideran la tibia respuesta del gobierno a los crímenes contra los derechos humanos y desapariciones forzadas en un país sacudido por la violencia del narcotráfico. Esto sucede en momentos en que Peña Nieto está tratando de reconstruir su credibilidad a raíz del vergonzoso escape del mayor capo de la droga del país, la desaparición y presunto asesinato de 43 estudiantes hace casi un año, y una serie de conflictos por escándalos de interés que involucraron a su esposa y a su Secretario de Hacienda.
En una carta abierta publicada por PEN Club Internacional y el Comité para la Protección de los Periodistas, escritores y periodistas, entre ellos Salman Rushdie, J.M. Coetzee, Junot Díaz, Colm Tóibín, Noam Chomsky, Paul Auster, Margaret Atwood, Christiane Amanpour y Jon Lee Anderson, exigieron medidas inmediatas.
"Los reporteros mexicanos, en particular, viven en peligro mortal", dice la carta. "Las organizaciones criminales, los funcionarios de gobierno corruptos, y un sistema de impartición de justicia incapaz siquiera de determinar la responsabilidad de los asesinos son causa de la extrema vulnerabilidad de los reporteros".
Un informe del grupo de derechos humanos Artículo 19 a principios de este año llegó a la conclusión de que los ataques contra los medios de comunicación habían aumentado un 80 por ciento desde que comenzó el mandato de Peña Nieto en diciembre de 2012.
Además de exigir una investigación completa sobre la muerte en la Ciudad de México a finales del pasado mes de Rubén Espinoza, un reportero gráfico que se había refugiado allí después de huir del estado de Veracruz, los escritores instaron al presidente "a hacer un compromiso efectivo de su gobierno para garantizar la libertad de expresión en México".
Un funcionario del gobierno dijo que se esperaba que el portavoz del presidente hiciera una declaración más tarde.
La muerte de Espinoza fue la primera instancia de la muerte de un periodista en la Ciudad de México desde 2006. Había huido hacia la capital después de recibir amenazas de muerte en su estado natal. La carta de PEN señala que 14 periodistas han sido asesinados y tres han desaparecido desde 2010, y expresa que el sistema de justicia local le había restado importancia a su profesión como una de las posibles razones para sus muertes.
Denise Dresser, una de las periodistas mexicanas que firmó la carta, escribió en un editorial en el periódico Reforma que: "Aquí ser periodista es vivir vulnerable, vivir ansioso, vivir temeroso hasta de tu propia sombra, sin saber de dónde va a provenir el siguiente golpe o la próxima difamación o el balazo final".
Dirigiéndose al presidente, añadió: "Usted y el crimen organizado y los funcionarios corruptos en el gobierno y un sistema judicial incapaz de investigar, perseguir, aprehender y juzgar criminales, crean esa vulnerabilidad". Y concluyó: Los ojos de las mentes más lúcidas del mundo están puestos sobre usted. ¿Qué va a hacer?"
Sergio Aguayo, un académico mexicano y otro de los signatarios de la carta, dijo que el gobierno había demostrado en el pasado que tomaba nota cuando las críticas provenían del extranjero.
"Si esto hubiera sido escrito solamente por mexicanos, nos hubieran ignorado, pero el hecho de que esto viene de la comunidad internacional los obliga a tomarlo más en serio", le dijo al Financial Times.
Sin embargo, aún no está claro lo que hará el gobierno. Aguayo señaló que la administración "no está muy acostumbrada a dar explicaciones en público. Está obsesionada con el silencio".
Pero tiene confianza de que el mensaje será escuchado. "¿Toman nota de cosas como éstas? Créame que sí", dijo.