Yo voy a tomar un vuelo a Nueva York el mes próximo, así es que me alegré cuando Web-Blinds, la cual, como era de esperarse, vende persianas en línea, me envió su "calculadora de desfase horario".
Una vez que incorporé los detalles de mi vuelo, la calculadora me dio un programa a seguir antes de mi partida, el cual involucraba acostarme y levantarme una hora más tarde que la noche anterior durante tres noches consecutivas.
Es posible que esto les funcione a las personas que pueden acostarse y despertarse cuando quieren, pero yo no puedo hacerlo. Como tengo dificultades para dormir hasta en mi propia cama, el desfase horario me afecta con particular severidad, razón por la cual he estado estudiando posibles curas durante años
Una vez leí un libro llamado 'Around the World in Eighty Ways' (La vuelta al mundo de ochenta maneras), en el cual distinguidos expertos como Lulu, la artista, y Diana Rigg, la actriz, ofrecían la misma cura para el "jet lag": no comer nada durante el vuelo y consumir tantas bebidas sin alcohol como puedas.
Esto me funcionó durante dos viajes de larga distancia, pero no durante el tercero, por lo cual dejé de hacerlo. Un régimen que requiere tal abstención de mi parte debe dar resultados todo el tiempo.
En el mismo libro, otra actriz, Maureen Lipman, expresó que había oído hablar de un remedio para el "jet lag" que implicaba colocar papel de estraza dentro de sus calcetines.
Dos personas del departamento de mercadotecnia en el Imperial College de Londres me escribieron para dejarme saber que habían probado el remedio del papel de estraza y que les había funcionado. Les pedí que consultaran a los renombrados científicos de su institución para ver si alguno de ellos tenía una teoría de por qué les había funcionado. Ellos me escribieron de vuelta informándome que nadie tenía la menor idea.
El Insomnia Cure Group de Bristol me dijo que la respuesta al desfase horario era dar un largo paseo tan pronto se llegara al destino final, ya que las características de la luz le envían señales al reloj biológico que le ayudan a ajustarse.
Yo siempre hago esto. Un paseo te ayuda a relajarte después de un vuelo y te permite ver un poco del área. Pero no he notado que surta ningún efecto sobre el "jet lag".
Durante la década de los noventa, entrevisté a Curtis Graeber, para aquel entonces el "jefe de los factores humanos" en Boeing, quien sugirió comerse un tazón de helado antes de irse a la cama en un lugar lejano. Él me dijo que el helado estimulaba la producción de triptófano en el cuerpo, lo cual nos ayudaba a dormir. Es posible que le funcione a él y a ti, pero no a mí.
Las pastillas de melatonina estaban muy de moda durante un tiempo. La melatonina es una hormona que el cuerpo libera durante el transcurso de la noche. Una vez más, noté que las pastillas me dieron algunas horas de sueño en un par de ocasiones, pero luego dejaron de funcionar.
Teniendo en cuenta la cantidad de gente que viaja y que tiene que asistir a reuniones, dar discursos o firmar contratos cuando llega, yo esperaba que la investigación del desfase horario hubiera progresado durante los últimos años.
Ha habido una gran cantidad de investigación, pero la mayoría no es concluyente o es contradictoria.
En 2002, una revisión de 10 estudios relacionados con la melatonina mostró resultados positivos en ocho de ellos, con una disminución del desfase horario, aunque parecía que las pastillas eran menos eficaces después de vuelos hacia el oeste que hacia el este.
Sin embargo, la posición actual del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido es que "en este momento no hay suficiente evidencia para concluir si los suplementos de melatonina son eficaces". Un estudio de 2012 en el 'Clinical Journal of Sport Medicine', llevado a cabo con el apoyo del Comité Olímpico de Canadá, examinó la manera de reducir el desfase horario en los atletas, cuyo rendimiento está bajo mayor escrutinio que el de la mayoría de nosotros.
El estudio probó todos los remedios en los atletas: dormir lo suficiente antes de viajar para reducir la "deuda de sueño", sincronizar sus relojes con su destino al abordar el avión, dormir y comer a las horas de su destino, luminoterapia, evitar la luz, melatonina, sedantes y "el uso sensato de siestas y cafeína".
Entonces, ¿cuál es la conclusión? "Existen grandes variaciones interindividuales e intraindividuales en respuesta a estos procedimientos". Lo que te funciona a ti no siempre me funciona a mí, y lo que te funciona a ti no te funcionará siempre.
La investigación más prometedora es la de la Universidad de Kyoto llevada a cabo en ratones, la cual explicó Ed Yong en un lúcido blog de National Geographic en 2013. Los científicos lograron eliminar algunos genes en los ratones, lo cual los hacía inmunes al "jet lag". También utilizaron productos químicos para producir un efecto similar en ratones cuyos genes no se habían alterado, aumentando la posibilidad de obtener una pastilla para que los seres humanos derroten el desfase horario.
Desafortunadamente, este tipo de pastilla afectaría nuestra presión arterial, nuestros niveles de sal y riñones de manera que, Yong escribió, "produciríamos orina a borbotones".
Creo que tenemos que aceptar que nuestros cuerpos no están preparados para el traslado rápido entre distintas zonas horarias. El transporte aéreo es un desarrollo maravilloso, y el "jet lag" es el precio que tenemos que pagar.