"Estamos cambiando el mapa del mundo", dicen los carteles que han aparecido en las calles de Cairo celebrando la ampliación del Canal de Suez, un proyecto de ingeniería de US$ 8 mil millones para permitir un tráfico bidireccional a través del estratégico canal, un preciado símbolo de la soberanía egipcia.
Los visitantes que llegan al aeropuerto ahora reciben un timbre en sus pasaportes con una imagen de dos barcos que se cruzan y la leyenda "El regalo de Egipto al mundo".
A medida que el país se preparaba para la inauguración del nuevo canal, realizada ayer, con dignatarios viajando de todas partes del mundo, el mensaje oficial era que la revitalización de la vía ayudará a encender una economía moribunda.
"El comercio global está aumentando y lo tamaños de los barcos están creciendo. Si no podemos afrontar esto y convertirlo en ingresos para el tesoro egipcio, surgirán rutas alternativas que se beneficiarán de este crecimiento", afirmó en una reciente entrevista televisiva Mohab Mamish, jefe de la Autoridad del Canal de Suez.
Las cifras involucradas en la expansión ciertamente son grandes: cerca de US$ 8.600 millones en certificados de inversión fueron vendidos al público en sólo ocho días el año pasado para financiarla.
Completado en sólo doce meses, el proyecto involucró excavar un nuevo canal paralelo de 34 kilómetros y profundizar y agrandar las secciones del antiguo canal.
Los funcionarios argumentan que esto debería atraer más barcos al permitir que naves que viajan en ambas direcciones crucen en cualquier momento. También reducirá el tiempo de espera para los barcos desde las actuales once horas a sólo tres horas.
El resultado, según ellos, será la duplicación del número de naves que usan el canal a un promedio diario de 97 en 2023 y un alza de 250% en su ingreso anual a más de US$ 13 mil millones.
La expansión también está pensada como el primer paso hacia atraer miles de millones de dólares en inversiones en un gran plan para convertir a la región alrededor del canal en un centro industrial y de transporte con el objetivo de crear millones de puestos de trabajo.
"El principal beneficio económico provendrá de la zona industrial que se construirá cerca del canal, pero en el corto plazo, hay beneficios intangibles como el factor de sentirse bien que proviene de completar un proyecto tan grande dentro de un año", aseguró Angus Blair, presidente de Signet Institute, un centro de estudios económico de Cairo.
Aun así, muchos analistas se mantienen cautelosos sobre las predicciones de una enorme expansión en el tráfico marítimo. "El tráfico del canal está impulsado principalmente no por el tamaño del canal, sino por factores como el comercio global, el precio del petróleo y la salud de la economía china", explicó Issandr El Amrani, jefe del programa de África del norte del International Crisis Group.
La consultora londinense Capital Economics detalló esta semana que las proyecciones gubernamentales de los futuros ingresos del canal se basaban en "supuestos optimistas inverosímiles sobre el comercio mundial" y que, si bien probablemente habrá beneficios económicos, estos serían "más pequeños que lo que las autoridades parecen estar esperando".
"Según nuestras estimaciones, para lograr las metas de tráfico del Canal de Suez, los volúmenes del comercio global necesitarían subir cerca de 9% año sobre año. Esto es más alto que el promedio de 3% anual visto en los últimos cuatro años", acotó la consultora.
Suez ya logra la mayor parte del tráfico de contenedores entre Europa y Asia y el Fondo Monetario Internacional prevé que el crecimiento económico se mantendrá en cerca de 4% en los próximos años.