El secretario del Tesoro de Estados Unidos le advertirá a Europa que corre el riesgo de una "década perdida" en un ataque inusualmente contundente sobre las políticas económicas del principal aliado de la potencia norteamericana.
En declaraciones previas a la cumbre del G20 este fin de semana en Brisbane, Jack Lew dirá a Europa que ha fallado a la hora de restablecer un crecimiento saludable y de los riesgos de caer en una depresión más profunda, de acuerdo con extractos de sus declaraciones ante el Consejo de Asuntos Mundiales, en Seattle.
La fuerte crítica pública refleja la frustración de EEUU que se espera sea el principal motor para el crecimiento global mientras economías estancadas en todo el mundo se apoyan en sus consumidores como fuente de demanda.
"En resumen, las políticas del status quo en Europa no han logrado el objetivo común del G20 de un crecimiento fuerte, sostenible y equilibrado", dijo Lew en los comentarios preparados.
"El Banco Central Europeo ha tomado medidas contundentes para apoyar a la economía a través de una política monetaria expansiva. Pero... esto por sí sólo no ha demostrado ser suficiente para restablecer un crecimiento saludable".
"Se necesita una acción más decidida por parte de las autoridades nacionales y otros organismos europeos para reducir el riesgo de que la región caiga en una recesión más profunda. El mundo no puede permitirse el lujo de una década perdida de Europa".
Los comentarios de Lew destacan los temores de que más problemas en Europa afecten el crecimiento de EEUU y su frustración por la falta de voluntad de Europa -en particular, de Alemania- para aflojar el cinturón fiscal. Sus palabras podrían llevar a algunos fríos encuentros del G20 entre el presidente Barack Obama y sus homólogos tales como Angela Merkel de Alemania. La fortaleza de la economía de EEUU en relación con la debilidad en Europa y en muchos mercados emergentes ha llevado a un fortalecimiento del dólar este año. Esto es probable que perjudique las exportaciones estadounidenses.
"El mundo cuenta con la economía de Estados Unidos para impulsar la recuperación mundial", dijo. "Pero la economía global no puede prosperar en términos generales confiando en que Estados Unidos sea el importador de primer y último recurso, ni puede depender de unos Estados Unidos creciendo lo suficientemente rápido como para compensar la debilidad del crecimiento en las principales economías del mundo".
Lew instó a los países a utilizar una amplia gama de políticas monetarias, fiscales y estructurales para impulsar el crecimiento.
Su mensaje implícito a Japón, en particular, fue que Estados Unidos respalda un estímulo monetario y fiscal agresivo sólo si viene con el progreso en las reformas estructurales, como los acuerdos comerciales y de gobierno corporativo. El Banco de Japón puso en marcha recientemente un nuevo estímulo agresivo y el primer ministro, Shinzo Abe, está considerando un retraso en el aumento de los impuestos al consumo que frenaba el crecimiento de este año. Pero hasta ahora ha hecho menos progresos en las reformas estructurales, la llamada tercera flecha de "Abenomics".
"Las primeras dos flechas - estímulo monetario y fiscal- contribuyeron a un crecimiento más fuerte en 2013, pero el crecimiento se ha debilitado este año cuando Japón se apartó de sus esfuerzos en el lado fiscal", dijo Lew. "La tercera flecha -reformas estructurales- no ha sido puesta en libertad por completo".