Bancos de Europa y Japón se amotinan y amenazan guardar su dinero en bóvedas
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Prestamistas en Europa y en Japón se están rebelando en contra de las políticas de tasas negativas de sus bancos centrales, con un gran grupo alemán yendo tan lejos como considerar almacenar el exceso de los depósitos en bóvedas.
La jugada de Commerzbank de considerar almacenar dinero en efectivo en costosas cajas de depósito, en lugar de mantenerlo en el Banco Central Europeo (BCE) llegó al mismo tiempo en que el grupo financiero más grande de Tokio advirtió que estaba a punto de abandonar el club de 22 miembros de operadores primarios para la deuda soberana japonesa.
El BCE y el Banco de Japón han impuesto, por meses, tasas negativas para los depósitos bancarios en un intento para impulsar a las instituciones a desplegar su dinero en efectivo en la economía real a través de préstamos más agresivos a las empresas. La política en la práctica cobra impuestos a los bancos por almacenar el exceso de liquidez.
Las medidas han afectado la rentabilidad bancaria en ambas regiones y las entidades financieras alemanas han llegado a criticar al presidente del BCE, Mario Draghi, acusándolo de castigar a los ahorradores y de socavar sus modelos de negocio. Las políticas costaron a bancos germanos 248 millones de euros el año pasado.
Bancos japoneses han sido más moderados pero el Bank of Tokyo Mitsubishi se ha convertido en la primera entidad de referencia en romper filas, confirmando que se planteó la posibilidad de poner fin a sus ventas de deuda nipona con el banco central.
Las tasas negativas han tenido fuertes efectos en las acciones. El índice bancario de Topix en Japón ha caído 28% este año y el indicador Euro Stoxx Banks es 21% menor.
Commerzbank dijo que aún no estaba almacenando efectivo en las bóvedas y añadió que “no hemos decidido a hacerlo”. Sin embargo, dos personas relacionadas al banco dijeron que el prestamista había estado considerando la medida.
Y no está solo. Algunas entidades de ahorro en Bavaria también han explorado el almacenamiento físico de dinero y el presidente ejecutivo de Munich Re, Nikoalus von Bomhard, dijo este año que el reasegurador experimentaría apartando 10 millones de euros de sus reservas en efectivo para evaluar si es práctico o no.
La viabilidad de la aproximación está abierta a debate. Tener dinero en bóvedas incurriría en gastos de almacenamiento y de seguros.