Donald Trump, el magnate de las propiedades y estrella de los realities que hizo de su fortuna un tema central de su apuesta presidencial, ha gastado menos en su campaña que la mayoría de los rivales republicanos con los que compartió escenario en el debate de la semana pasada.
El multimillonario sigue liderando en las encuestas de los votantes republicanos, incluso después de su controvertida participación en el primer debate televisado por Fox News. Pese a ello, su financiamiento es relativamente diminuto.
En cambio, su poco ortodoxa campaña ha ganado impulso casi únicamente a través de sus apariciones en los medios, que lo han mostrado como un candidato que dice y hace lo que quiere, sin estar en deuda con nadie.
Incluso el vehículo a través del cual muchos candidatos han recaudado grandes cifras en el inicio de sus postulaciones presidenciales, los super PAC, no ha sumado nada a los fondos de Trump, de acuerdo con los documentos financieros de su campaña en julio.
Mientras uno de los super PAC de su rival más cercano, Jeb Bush, había recaudado más de US$ 100 millones hasta el momento en que se entregaron los documentos, la organización que apoya a Trump, "Make America Great Again", no había recaudado nada. No está claro si Trump hará algo por cambiar esa situación.
"Jeb Bush está totalmente controlado por las personas que le dieron dinero", dijo Trump a Sean Hannity, de Fox News, el martes. "Lo bueno de mí es que no quiero el dinero de nadie".
Pero Trump sí tiene grandes bolsillos, y prosiguió diciendo que él estaría dispuesto a gastar sus
US$ 345 millones en activos líquidos si le fuera bien. "Mi ingreso es de US$ 400 millones al año", aseguró Trump a Hannity. "Claro, lo gastaría".
Los colaboradores de campaña del magnate de las propiedades no han sido tímidos en promocionar su riqueza, alardeando en un comunicado de prensa que "la riqueza neta de Trump supera los US$ 10 mil millones".
Pero la campaña de Trump ha recaudado sólo US$ 1,9 millón, y la mayoría de los fondos provienen del mismo Trump. Pese a que ha gastado un gran porcentaje de ese dinero, US$ 1,4 millón hasta el 30 de junio, representa la segunda suma más baja que han gastado los diez candidatos con mayor apoyo en las encuestas que aparecieron en el debate.
Fuera de esos diez candidatos, sólo el ex gobernador de Arkansas, Mike Huckabee, ha desembolsado menos, US$ 1,1 millón de los cerca de US$ 2 millones que ha recaudado. Sus super PAC han recaudado de forma separada cerca de US$ 3,6 millones.
Tres de los diez principales candidatos -el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, el gobernador de Ohio, John Kasich y el gobernador de Wisconsin, Scott Walker- anunciaron sus candidaturas demasiado tarde como para haber entregado los informes financieros mensuales de campaña que debían ser reportados en julio.
Pero uno de los super PAC de Walker ha recaudado más de US$ 20 millones, mientras que un super PAC de Christie lleva US$ 11 millones.
Aún así, es el estatus de celebridad de Trump, impulsado por su tendencia a hacer comentarios controvertidos, lo que ha atraído una atención sin precedentes a la carrera republicana, no su dinero.
El debate televisado de la semana pasada convocó a una audiencia récord de 24 millones de personas, lo que fue atribuido por Trump y los comentaristas a su aparición. Los candidatos republicanos y grupos de apoyo externos han emitido más de 7 mil avisos enfocados en las primarias este año, en comparación con cerca de 1.000 en esta misma fecha en 2011, según el grupo de análisis de campaña en los medios de Kantar Media.
La firma de investigación proyecta que el gasto en publicidad de la campaña de 2016 subirá a US$ 4.400 millones, desde US$ 3.800 millones en 2012.