Martín Lousteau confiesa sentirse más cómodo que nunca tras
abandonar, hace ya seis meses, su cargo como ministro de Economía de la
presidenta argentina, Cristina Fernández. Dice que ya cerró cualquier
herida que haya dejado su paso por la Casa Rosada y señala que era
difícil trabajar en un escenario en donde la mayoría del gabinete venía
del gobierno anterior. “Mi respaldo político era relativamente
limitado”, dice.
Hoy, sostiene que está preparado para cualquier desafío que se le
presente en el sector público a futuro. “Sigo teniendo la misma
vocación…cuando uno vive en un país con tantos problemas tiene que
contribuir”, enfatiza.
Desde su experiencia, tanto en el sector público como en el privado,
analiza la decisión del gobierno de su país de estatizar los fondos de
pensiones. Un tema nada de ajeno para él, ya que desde su cargo como
presidente del Banco Provincia (Bapro) tuvo que hacerse cargo de la
venta del fondo de pensiones Orígenes AFJP a ING, una operación que
reportó US$ 126 millones.
Hoy, desde su consultora LCG, en donde es socio con su amigo Esteban
Conte Grand, sostiene que es una correcta solución estatizar las AFJP,
pero que el error es hacerlo sin tomarse el tiempo suficiente para
analizar todas las aristas. “No he sido un fanático del establecimiento
de los fondos de pensión privados en Argentina, porque creo que algunas
cosas, que son estructurales, van en contra de la filosofía de tener
fondos privados”, explica.
-¿Qué le parece la voluntad del gobierno de estatizar los fondos de pensiones?
- En países como Argentina hay un 35% de informalidad, ha habido un 10%
de desempleo en las últimas décadas y la mitad de la población no tiene
la capacidad de acceder a una jubilación privada en forma regular.
Cuando el régimen se hace tan individual, el régimen privado no alcanza
para cubrir a más de la mitad de la población. Este sistema deja afuera
a mucha gente y el mercado no está muy desarrollado, entonces no es el
mejor sistema para países como el nuestro.
Ahora tomar esta decisión de la noche a la mañana sin un análisis de
las consecuencias en todos los ámbitos y sin contar con el suficiente
consenso, es una decisión muy arriesgada.
-¿Es la mejor alternativa antes de confiar en el sector privado?
-Yo he escrito un libro que se llama “Hacia un federalismo solidario”,
en donde la idea es que de aquella porción de la población que por su
nivel de ingresos, o por un nivel de informalidad, o irregularidad en
sus aportes, no alcanza a acumular un fondo suficiente, se tiene que
hacer cargo el Estado y por lo tanto, ese aporte de los individuos debe
fluir mensualmente al Estado.
-¿Qué pasaría con los dineros de la gente, en un contexto de mayor inflación?
- Ahí van a jugar varias cosas. Por ahora, en todo escenario
inflacionario, por como funciona el régimen previsional tradicional, se
va a generar una merma mucho más grande que si se pudiera cubrir con
instrumentos de mercado atados con el nivel de inflación, como acciones.
-¿Por qué?
-No hemos tenido una actitud proactiva en el mercado de capitales por
lo que no hemos tenido un influjo de capitales importantes, con lo cual
ahora tampoco están saliendo los mismos. Cuando Argentina alcanzó su
PIB potencial, con lo cual la continuidad del crecimiento generaba el
recalentamiento de la economía, el ex presidente y la presidenta no
estuvieron de acuerdo con moderar el ritmo de crecimiento, eso habría
hecho que el país tuviera mejores herramientas para lidiar con la
crisis. El crecimiento excesivo genera tensiones inflacionarias
importantes.
-¿Cree entonces que los dineros que se recauden serán usados para cubrir el déficit fiscal como se ha dicho?
-Hace rato que cuando empezó este gobierno que venimos hablando de los
riesgos a los que está sometido un país emergente. La falta de una
visión de saber cuáles son los problemas, hizo que en vez de tomar
ciertos recaudos, ahora sea mucho más difícil tener cubiertas las
necesidades fiscales. Va a haber un menor nivel de actividad y el mundo
está menos dispuesto a financiar cualquier cosa en general y sobre todo
en países emergentes. Argentina no ha hecho gala de su capacidad de
seducción en los últimos años para reducir esa tendencia. El escenario
ha afectado la solidez fiscal.
Agrega: “Cuando uno ve un sistema que no es adecuado para Argentina,
pero uno ve con la urgencia que se toman las decisiones, uno ve que hay
otros aditamentos a la toma de decisión. Viendo la situación económica,
y el hecho que uno se quedó con acotadas herramientas fiscales, del
punto de vista del tipo de cambio, esta medida genera una herramienta
para tener mayor holgura fiscal y financiera.
-¿Cómo afecta esto a la imagen de Argentina?
-Si bien Argentina lo va a apoyar, porque el sistema de pensiones
privadas no funcionó, yo no tengo duda que una decisión tomada con tan
poco tiempo va a afectar su reputación. Vamos a sufrir otra escalada de
la tasa de interés”.