Australia endurece sus normas de inmigración

El primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, anunció que la visa 457, que permite a empresas patrocinar a trabajadores extranjeros especializados por hasta cuatro años, será reemplazada por la modalidad más restrictiva de Escasez Especializada Temporal (TSS, su sigla en inglés).

Con ello, las empresas que contratan a trabajadores temporales extranjeros enfrentan mayores costos e incertidumbres regulatorias, y las brechas de especialización podrían exacerbarse en algunos sectores.

Según Turnbull, la visa 457 ha perdido credibilidad y el cambio es necesario para enfocar mejor las políticas de escasez, mientras se garantiza empleo a los australianos donde sea posible.

La TSS incluye una visa de dos años para 435 ocupaciones –cerca de un tercio menos que la modalidad anterior– y cuatro años para cargos más especializados. Quienes ya trabajen bajo la visa 457 no serán afectados, pero todas las postulaciones se procesarán bajo las nuevas listas de profesiones a partir del 19 de abril.

A diferencia de la visa 457, la TSS exige a los candidatos dos años de experiencia laboral en su campo, y la postulación a residencia permanente sólo está abierta para quienes estén en el programa de cuatro años. Las pruebas de mercado laboral, con las que los empleadores chequean si el mercado local puede satisfacer sus necesidades, serán obligatorias, excepto para postulantes de China, Corea del Sur y Japón, con los cuales el país mantiene tratados de libre comercio.

Impacto en las empresas

El sector de alimentos ha manifestado una preocupación particular. El Consejo Australiano de la Industria Cárnica estima que 20% de su fuerza laboral, de unas 950.000 personas, está empleada a través de la visa 457.

Asimismo, representantes de la industria de tecnologías de la información alertan que eliminar de la lista ocupaciones de bajo nivel hará que algunas operaciones del sector se trasladen al extranjero.

Motivación política

Turnbull parece estar intentando adelantarse al líder del opositor Partido Laborista, Bill Shorten, quien tiene una retórica populista sobre el empleo. En noviembre, Shorten anunció su plan de modificar la visa 456, que, según afirma, facilita que las empresas contraten a trabajadores extranjeros en vez de locales.

El gobierno también introdujo un examen de inglés y un componente vagamente definido como “valores australianos” a la prueba para postular a la residencia definitiva.

El líder laborista considera que los cambios no son suficientes y que Turnbull está intentando controlar el sentimiento anti-inmigración que impulsa el partido populista de derecha One Nation. Es probable que el primer ministro enfrente presión continua de izquierda y derecha sobre el tema de la inmigración.