El Senado de EE.UU. debatirá el
próximo lunes un plan de préstamos de emergencia por US$25.000 millones para la industria automotriz, que sometería a votación
dos días después, dijo hoy el líder de la mayoría en la cámara alta,
Harry Reid.
Los demócratas del Senado encabezan una campaña de persuasión
para conseguir el suficiente número de votos para la aprobación del
proyecto de ley, que ha encontrado oposición entre algunos
republicanos y afronta el escepticismo de la Casa Blanca.
Sin embargo, el presidente del Comité de la Banca del Senado, el
demócrata Christopher Dodd, reconoció el jueves en declaraciones a
los periodistas que, por ahora, el plan no cuenta con los votos
mínimos necesarios para su aprobación en el Congreso.
A pesar de esto, el senador demócrata Carl Levin, que representa
el estado de Michigan, confía en que el plan conseguirá "apoyo
bipartidista" para salir al rescate de la industria automotriz.
El estado de Michigan, sede de los tres fabricantes de
automóviles, es el que podría salir perjudicado con el eventual
colapso de alguno de los Tres Grandes de Detroit.
La oficina de Reid ha dicho que el senador de Nevada no quiere
esperar hasta la entrante 111 sesión legislativa, cuando los
demócratas tendrán una abultada mayoría en ambas cámaras del
Congreso, como ha sugerido Dodd.
Reid reconoce que nada podrá salir a flote en el Congreso sin el
apoyo de la bancada republicana, según dijo anoche su portavoz, Jim
Manley.
De acuerdo con fuentes legislativas, la ayuda para General Motors
(GM), Ford y Chrysler saldría del plan de rescate financiero de
US$700.000 millones que el Congreso aprobó el mes pasado.
Los tres fabricantes de automóviles llevan a cabo una intensa
campaña de presión frente al Congreso para que se otorguen ayudas al
sector, en momentos en que la crisis económica ha afectado la
concesión de préstamos para la compra de vehículos.
Pero, en la Casa Blanca y en los pasillos del Congreso hay
escepticismo en torno a la idea de tirar un salvavidas a empresas
ajenas al sector financiero.
En la composición actual del Congreso, los demócratas no tendrían
obstáculos para aprobar el plan de préstamos de emergencia, porque
tienen una amplia mayoría.
En el Senado, sin embargo, tienen una exigua mayoría y con la
salida del presidente electo, Barack Obama, que se hará oficial este
domingo, la cifra sería de 50-49.