Estados Unidos está satisfecho con
los esfuerzos que desarrollan los países emergentes para coordinar
respuestas a la actual crisis financiera, dijo hoy en Río de Janeiro
el secretario de Comercio de ese país, Carlos Gutiérrez.
"Estamos muy satisfechos de que Brasil y otros países coordinen
esfuerzos para intentar ayudarnos a superar los problemas de forma
más eficaz", declaró Gutiérrez en una rueda de prensa que concedió
en Río de Janeiro en el primero de sus dos días de visita a Brasil.
El secretario estadounidense se refirió a la reunión que tendrán
mañana en Washington las autoridades económicas de los países
miembros del G-7 (los más industrializados del mundo).
Asimismo, aludió al encuentro que tendrán en los próximos días
los del G-20, que agrupa a los principales países avanzados y en
desarrollo.
El objetivo de ambas citas es definir políticas coordinadas para
hacer frente a los problemas causados por la quiebra de varias
entidades financieras y a la consecuente reducción del crédito en
todo el mundo.
Gutierrez dijo que Estados Unidos adoptó medidas que tendrán efectos a muy
largo plazo y manifestó su satisfacción por las reuniones con los
otros países para discutir medidas coordinadas.
"Esta es una crisis global de crédito y, por lo tanto, es
esencial que las medidas adoptadas en cada economía sean eficaces y
bien comprendidas por las otras naciones", aseguró.
"A largo plazo tenemos que permanecer comprometidos globalmente y
trabajar en conjunto para enfrentar este desafío. Este no es el
momento para el aislamiento económico. Por el contrario, es el
momento para una mayor apertura", sostuvo.
"La participación de todas las economías permitirá resultados
positivos más rápido", añadió.
La reunión del G-20 fue convocada ayer tras una consulta entre el
secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, y el
ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega.
Además de Estados Unidos y de Brasil, que lo preside, el grupo está
integrado por Argentina, Australia, Canadá, China, Francia,
Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Arabia
Saudí, Suráfrica, Corea del Sur, Turquía, Reino Unido y la Unión
Europea.
El ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Celso Amorim,
defendió la víspera la necesidad de que los países emergentes se
reúnan para analizar la crisis financiera y adopten una posición
conjunta para afrontarla.
"Si, como muchos dicen, los países emergentes son más parte de la
solución que del problema, entonces es necesario que también tomen
parte de la decisión", aseguró Amorim.