Líderes del Congreso y el Gobierno de
Estados Unidos afirmaron hoy que respetan la decisión de la OMC de no
convocar una reunión ministerial la próxima semana sobre las
negociaciones para la Ronda de Doha, y reiteraron su compromiso de
impulsar el proceso en 2009.
Los funcionarios reaccionaron así al anuncio del director general
de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy, de no
convocar del 13 al 15 de diciembre próximos una reunión de los
ministros de Comercio para intentar dar nueva vida a las estancadas
negociaciones de la Ronda de Doha, iniciadas hace siete años.
La representante de Comercio Exterior de EE.UU., Susan Schwab,
dijo sentirse "decepcionada" porque su país demostró "flexibilidad"
para "lograr la convergencia necesaria entre los miembros de la OMC
para convocar la reunión ministerial".
"Estoy decepcionada, pero respeto la decisión del director
general de no convocar una ministerial en estos momentos", aseguró
en un comunicado.
"Debido a numerosos asuntos expresados por varios miembros de la
OMC, quedó claro que las discrepancias fueron demasiado grandes para
acercar posiciones en estos momentos", reconoció la titular de la
Oficina de la Representante de Comercio Exterior (USTR).
Sin embargo, enfatizó que "Estados Unidos permanece comprometido
a trabajar con la OMC y nuestros socios comerciales para lograr un
resultado exitoso de Doha que cumpla con las promesas de esta
ronda".
Por su parte, el presidente del subcomité de Medios y Arbitrios
de la Cámara de Representantes, el demócrata Sander Levin, calificó
de "sabia" la decisión de Lamy ante los enormes desacuerdos que
persisten en el seno de la OMC.
"En EE.UU., un nuevo Congreso que trabaje con una nueva
administración tendrá la oportunidad y el reto de analizar estos
asuntos y buscar soluciones de beneficio mutuo, que hasta ahora no
se han logrado tras varios años de negociaciones", dijo Levin en un
comunicado.
El senador de Michigan vaticinó que el Congreso y la Casa Blanca,
bajo control demócrata en 2009, trabajarán en un marco común "para
moldear la ampliación del comercio" de tal forma que aumente los
beneficios para las empresas, trabajadores y agricultores de EE.UU.
En ese sentido, "continuaremos la labor que, como ha dicho la
embajadora Schwab, cumpla las promesas de la Ronda" de Doha,
puntualizó.
La convocatoria para la reunión ministerial tenía como objetivo
acatar la solicitud que hicieron los países del G-20, los más ricos
más los emergentes, de que la Ronda de Doha concluya este año como
mensaje de unidad ante la crisis financiera global.
Pero, Lamy realizó consultas con los ministros de Australia,
Brasil, China, Estados Unidos, India, Japón y la Unión Europea, y
con los jefes de delegación del resto de países, que le convencieron
de la falta de consenso para llegar a un acuerdo definitivo.