La jerarquía demócrata del Congreso de
EE.UU. señaló hoy que la pérdida de 533.000 empleos el mes pasado es
prueba del deterioro de la economía y de la urgencia para un segundo
plan de estímulo económico.
El informe sobre el desempleo del mes pasado constituye la peor
tasa mensual de pérdida de trabajos desde 1974, y sitúa la tasa
nacional de desempleo en 6,7%, su nivel más alto en 15
años.
Las ya malas noticias para la economía se suman a la declaración
de un grupo privado a principios de semana de que Estados Unidos
entró oficialmente en una recesión en diciembre del 2007.
"Simplemente no hay más tiempo que perder y no hay lugar para
ideologías partidistas. Tenemos que actuar con rapidez y de forma
inteligente para frenar esta fuga" de empleos, dijo el líder
de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid.
El senador de Nevada destacó que, para ayudar a los sectores más
afectados por la crisis, el congreso debe aprobar un plan de
reactivación económica "que incluya la creación de empleos bien
remunerados, una reducción de impuestos para la clase media y que
inspire confianza para estabilizar la volatilidad del mercado".
"Tenemos que enviar este plan cuanto antes a la Casa Blanca",
enfatizó Reid.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi,
aseguró que el informe de desempleo y las "exorbitantes" solicitudes
para asistencia alimentaria "deberían obligar al presidente Bush y a
los republicanos en el senado a abandonar su oposición" al plan de
estímulo.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó hace más de
dos meses un plan de reactivación económica que quedó estancado en
el senado.
"No hay excusa para la continua inacción (...) cuando los
estadounidenses afrontan la peor crisis económica en una
generación", dijo al señalar que el senado debe aprobar el plan en
su sesión de la próxima semana.
El líder de la mayoría demócrata en la cámara baja, Steny Hoyer,
responsabilizó al presidente George W. Bush de "negligencia
económica", al "continuar ofreciendo resistencia" al plan de
estímulo.
Por su parte, el presidente electo de EE.UU., Barack Obama,
también se unió al coro de voces demócratas para pedir la aprobación
de un "Plan de Recuperación Económica" que genere "por lo menos 2,5
millones de empleos adicionales por los próximos dos años".
"No hay ningún arreglo rápido o fácil para esta crisis, la cual
lleva muchos años formándose, y es probable que empeore antes de que
mejore", dijo Obama en un comunicado, en el que resumió las
principales ideas de su plan de estímulo.
Obama no ha precisado el monto de ese plan económico, pero varios
líderes demócratas del congreso calculan que éste fácilmente podría
superar los US$500.000 millones.
Mientras, en declaraciones a los periodistas, el presidente Bush
expresó preocupación por la crisis económica y reiteró la urgencia
de que el Legislativo apruebe una medida para ayudar a los tres
principales fabricantes de automóviles de Detroit, siempre y cuando
éstos demuestren viabilidad.