Reino Unido evalúa flexibilizar medidas de aislamiento pese a su alta tasa de mortalidad por Covid-19

La estrategia inicial del Reino Unido de permitir que gran parte de los ciudadanos se contagiara de coronavirus, denominada "inmunización del rebaño", pareciera estar pasándole la cuenta.

Ayer el país liderado por Boris Johnson, quien en su momento fue el primer jefe de gobierno contagiado e internado por Covid-19, se convirtió en el segundo con más fallecidos en todo el mundo, superado solo por Estados Unidos, y el con más víctimas fatales en Europa, dejando atrás a Italia.

Aunque el pasado jueves 30 de abril Johnson dijo que el país ya había superado el peak de contagios, los números no lo sustentan. Luego de tres días de disminución en las cifras, los fallecidos en el Reino Unido aumentaron en 693 ayer y en 649 hoy, ascendiendo hasta 30.076 las víctimas fatales, según información del gobierno. Y en cuanto a los casos confirmados, el país registra 196.244 pacientes contagiados hasta el momento, ocupando el cuarto lugar en todo el mundo, tras EEUU, España e Italia.

En este escenario, el primer ministro anunció que el domingo presentará en cadena nacional un plan para relajar las medidas de aislamiento social y retomar algunas actividades, el que entraría en vigencia al día siguiente, o sea, el lunes. Se espera que la "segunda fase" de la lucha del Reino Unido contra el coronavirus sea limitada pero contemple actividades al aire libre, como permisos para realizar ejercicios.

Hacia fines de mes el gobierno tiene la intención de realizar 200 mil test diarios para detectar el virus, y luego de superar esta meta planea seguir amplicándola, lo que según las autoridades contribuirá a diseñar un plan "robusto" para rastrear a los infectados.

"Nos regimos por los objetivos principales: salvar vidas y proteger el Servicio Nacional de Salud (NHS, su sigla en inglés). Habrá un momento para ver qué decisiones tomamos y si podríamos haber tomado decisiones diferentes", afirmó el primer ministro británico.

Aunque todavía no se conoce la estrategia, la decisión del gobierno ya está generando reacciones entre otras autoridades. El alcalde de Manchester, Andy Burnham, respondió a Johnson hoy que cualquier medida para aliviar el bloqueo la próxima semana sería "prematura". Pese a la reciente disminución de las hospitalizaciones y víctimas fatales, Burnham afirmó que "todavía no estamos seguros de que nos hayamos estancado en términos de nuevos casos".

Y si bien Londres muestra una tendencia a la baja, el alcalde advirtió que temía que su ciudad y los alrededores estuvieran menos avanzados que la capital y que aún no hubieran alcanzado su punto máximo de contagios.

¿Fin del apoyo al empleo?

Las cifras oficiales indican que alrededor de un quinto de los trabajadores de Reino Unido han visto suspendida su relación laboral como consecuencia del coronavirus, con lo que están recibiendo beneficios estatales para mantener los ingresos y para que las empresas puedan mantenerlos en sus nóminas. A esto se suma que hasta el momento más de 2 millones de personas han solicitado beneficios de desempleo desde el inicio del bloqueo por la pandemia.

El modelo de desempleo parcial contempla que el gobierno se hace cargo del 80% de los salarios, destinando un máximo de 2.500 libras (US$ 3.100) por trabajador. Si bien el sistema se había diseñado para operar entre marzo y mayo, la semana pasada se decidió que el beneficio se extenderá hasta junio, con lo que dejaría de aplicar en julio.

En consecuencia, el desafío actual para los funcionarios del Tesoro británico será definir una fórmula para establecer cómo eliminar gradualmente este beneficio sin provocar una ola de despidos.

El canciller Rishi Sunak aseguró que está trabajando para encontrar "la forma más efectiva de reducir y facilitar que las personas vuelvan a trabajar de manera efectiva", pero también dejó claro que el costo del programa, en algunos escenarios comparables al costo del NHS, no es sostenible.

Por estos días, el gobierno enfrenta presiones tanto desde las empresas como desde la oposición, quienes plantean extender el esquema de una manera más flexible, permitiendo que quienes se encuentran sujetos al despido parcial retomen las actividades, por ejemplo, justamente a tiempo parcial.