La lenta actividad de las fábricas y los servicios en China frena el impulso económico
La actividad manufacturera y de servicios de China creció a un ritmo más lento en abril.
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La actividad manufacturera y de servicios de China creció a un ritmo más lento en abril, según mostraron las encuestas oficiales el martes, lo que sugiere una cierta pérdida de impulso de la segunda economía más grande del mundo a principios del segundo trimestre.
El enfriamiento de la actividad respecto al notable incremento en marzo pone de relieve el errático crecimiento de la demanda y subraya los retos a los que se enfrentan los dirigentes económicos, a pesar de que los sólidos resultados del PIB del primer trimestre han reducido en parte la urgencia de intensificar las medidas de estímulo.
El índice de gestores de compras (PMI) del sector manufacturero de la Oficina Nacional de Estadísticas (NBS) cayó en abril de los 50,8 en marzo a 50,4, por encima de la marca de 50 que separa el crecimiento de la contracción y justo por encima de la previsión media de 50,3 en una encuesta de Reuters.
Los nuevos pedidos de exportación crecieron a un ritmo mucho más lento, mientras que el empleo siguió contrayéndose, según los datos de la NBS.
El subíndice de servicios de la encuesta no manufacturera de la NBS creció al ritmo más lento desde enero, situándose en 50,3 en abril, frente a 52,4 en marzo.
"Los indicadores de la actividad empresarial en los sectores de la restauración, los servicios del mercado de capitales y el sector inmobiliario, se contrajeron", dijo la NBS en un comunicado.
Otra encuesta privada sobre fábricas —el informe Caixin— publicada también el martes mostró que la actividad manufacturera creció más rápidamente al aumentar los nuevos pedidos de exportación.
Los analistas afirman que la divergencia entre el PMI de Caixin y el PMI oficial pone de relieve las diferencias en su cobertura geográfica y sectorial.
"Tanto el índice PMI manufacturero como el de servicios están cerca de la línea de 50, lo que refleja que el impulso actual de la expansión económica es leve", dijo Zhou Maohua, investigador macroeconómico de China Everbright Bank.
Los inversores esperan que las autoridades chinas lancen más estímulos en apoyo de la economía y aguardan pistas de la reunión mensual del Politburó, que previsiblemente se centrará en asuntos económicos.
Dado que la Reserva Federal de Estados Unidos y otras economías desarrolladas no tienen prisa por recortar las tasas de interés, China podría enfrentarse a un periodo más prolongado de moderación de la demanda exterior. Además, Pekín sigue enfrentándose a barreras comerciales, ya que Estados Unidos acusa a China de exportar su exceso de capacidad industrial.
Las autoridades subrayaron este año la necesidad de un desarrollo económico basado en la innovación en sectores avanzados.
Sin embargo, los analistas afirman que el problema inmediato del país se centra en la prolongada caída del sector inmobiliario y el abultado endeudamiento de las administraciones locales, que han mermado la confianza de hogares e inversores, lo que ha supuesto un duro contratiempo para las perspectivas económicas.
Varias tandas de medidas de estímulo destinadas a cambiar la suerte del sector inmobiliario no han logrado impulsar una recuperación sustancial, lo que constituye una de las principales razones por las que los economistas siguen siendo escépticos acerca de una reactivación económica completa a corto plazo.
Krishna Srinivasan, director del FMI para Asia y el Pacífico, dijo el martes que sería beneficioso que China redujera las ayudas a las industria para reducir la mala asignación de recursos y el exceso de capacidad. En su lugar, debería darse prioridad al apoyo de la demanda interna frente a las políticas de oferta, afirmó.
Aunque el crecimiento económico del primer trimestre, superior al previsto, ha supuesto un impulso positivo para el resto del año, la debilidad en áreas clave como las ventas minoristas de marzo, los beneficios industriales y la inversión inmobiliaria ha inquietado a los inversores sobre la capacidad de China para provocar una amplia reactivación de la demanda.
China se ha fijado un objetivo de crecimiento del PIB de alrededor del 5,0% para 2024, una meta que los analistas han calificado de ambiciosa.