La oposición demócrata, que controla
el Congreso de Estados Unidos, promovió hoy un segundo plan de
estímulo económico de US$50.000 millones, pese a las
objeciones del presidente George W. Bush.
Al destacar el descalabro del banco de inversión Lehman Brothers y su impacto en Wall Street, y el continuo nerviosismo sobre el
rumbo de la economía, los demócratas insistieron hoy en la necesidad
de que el Congreso apruebe un segundo plan de estímulo, centrado en
la creación de empleos.
"Clara y desesperadamente necesitamos esto en Michigan y la
mayoría de los estados en este país", afirmó el senador demócrata de
Michigan, Carl Levin.
Michigan tiene una tasa de desempleo del 8,5 por ciento, por
encima del 6,1 por ciento a nivel nacional.
Fuentes legislativas afirmaron hoy que el plan de reactivación
económica, dirigido principalmente a financiar proyectos de
construcción para espolear la creación de empleos, podría ser
llevado a votación este mismo mes.
La Casa Blanca dejo en claro que se opone al segundo plan porque
prefiere dar más tiempo a que surta efecto el primer plan de más de
160.000 millones de dólares -la mayoría en devolución de impuestos-
que aprobó el Congreso en febrero.
En conferencia telefónica, tanto Levin como la gobernadora
demócrata de Michigan, Jennifer Granholm, enumeraron los problemas
económicos que aquejan al país, reiterando que el candidato
presidencial republicano John McCain "defiende" la fallida política
económica de Bush.
Granholm instó al Congreso a que apruebe el segundo plan que, a
su juicio, "sería enormemente beneficioso".
"Este es el momento para que el Gobierno federal intervenga y
ayude a la ciudadanía. Y eso es lo que haría un segundo plan de
estímulo", argumentó.
Aun en ciernes, el segundo plan para reactivar la economía
ofrecería asistencia a familias pobres para cubrir sus gastos de
calefacción, y ayudas a los Gobiernos estatales para los programas
de cobertura médica para personas de escasos recursos.
De ser aprobado, también incluiría 25.000 millones de dólares en
préstamos para el sector automovilístico, la ampliación de los
beneficios para desempleados y más gastos fiscales para la
infraestructura.
En un acto electoral en Jacksonville (Florida), McCain reiteró
hoy que "los fundamentos de nuestra economía son fuertes",
comentario que le valió críticas de la oposición demócrata y
acusaciones de su rival demócrata, Barack Obama, de que "no
entiende" las dificultades que atraviesa el ciudadano de a pie.
De hecho, en la conferencia telefónica, los demócratas -que
sirven de asesores a la campaña de Obama- se manifestaron incrédulos
de que McCain repitiera el comentario, ante la crisis generada por
el desempleo, la deuda nacional, el déficit presupuestario, y las
ejecuciones hipotecarias.
Sin embargo, McCain sí reconoció que "estos son tiempos muy, muy
difíciles, así es que les prometo: jamás volveremos a poner a
Estados Unidos en esta posición".
"Limpiaremos Wall Street", prometió McCain, en referencia a los
problemas de empresas que han asumido demasiados riesgos, a la
espera de un rescate del Gobierno.