Mientras las ventas de artículos de lujo caen en Europa y
América debido a la crisis, en China viven un momento muy animado gracias,
precisamente, a la crisis, que se traduce en regalos fastuosos para comprar
favores y cargos.
"Cuando peor marcha la economía, más importante es el
'guanxi" (contactos y compra de favores), señaló el gerente general de una
compañía de telecomunicaciones en declaraciones recogidas hoy por el diario
oficial "China Daily".
"Los destinatarios aprecian los regalos de lujo, les
hacen sentirse más mimados", añadió esta fuente, que pidió anonimato.
Así funciona en todo el mundo, a más crisis, más prebendas y
enchufes, pero en China el "guanxi" ("vínculo" o
"relación", en mandarín) es un concepto milenario de favoritismo en
los negocios que, con la llegada de un sistema legal, está considerado delito.
Bien lo sabe Zhou Jiugeng, el responsable de la
administración pública inmobiliaria de un distrito de Nankín, cuya fotografía
en internet fumando cigarrillos Nanjing 95 Imperiales, a US$ 22, con un reloj
suizo Vacheron Constantin en su muñeca (US$ 14.640), le ha costado la expulsión
del cargo.
La corrupción galopante es uno de los mayores motivos de
descontento entre el 98,7 % los chinos, ya que el restante 1,3 posee un 40 %
del PIB de la cuarta economía mundial.
Por este motivo, a raíz del caso de Zhou, Pekín envió una
reprimenda a los funcionarios de los niveles locales y les advirtió de que no
gasten dinero público en "celebraciones extravagantes" con motivo del
año nuevo chino, el próximo día 26, que es cuando más aumentan las compras de
favores.
Si hasta el año 2002 la Fiscalía Popular Suprema
recibía 10.000 denuncias anuales de corrupción, desde 2006 la cifra se ha
disparado hasta 30.000, sin incluir a las fiscalías locales.
Según la Asociación Mundial del Lujo, las ventas de estos
productos en China perdieron sólo un 5 % con la crisis en el último año, frente
al 20 % en Europa y el 25 en EEUU.
China cuenta con 300.000 multimillonarios y 250 millones de
consumidores considerados "de clase media", según los varemos chinos,
que en total gastan 40.000 millones de yuanes al año en lujos (US$ 5.850
millones), según datos de la consultora Ernst & Young.