El costo de las próximas elecciones
generales en Estados Unidos, las más caras en la historia del país,
totaliza más de US$5.300 millones, informó hoy la
organización Centro para Políticas Responsables (CPR).
"Nos ha asombrado durante años el costo de las elecciones,
especialmente las presidenciales, pero ésta es la primera que supera
el hito de los US$5.000 millones", explicó en una
conferencia telefónica Sheila Krumholz, directora ejecutiva de CPR.
Sin embargo, matizó que "es alentador ver que más estadounidenses
que nunca participan frente al dominio tradicional de los grupos de
intereses especiales y afluentes donantes que podrían esperar
favores a cambio".
"La única recompensa de los pequeños donantes es una victoria el
día de las elecciones y eso es más saludable para nuestra
democracia", comentó Krumholz.
El CPR, que se apoya en los datos actualizados de la Comisión
Federal de Elecciones (FEC) el pasado martes, adelantó hoy algunas
de sus proyecciones sobre el costo de los comicios federales en este
ciclo.
Esas proyecciones no incluyen los montos recaudados o destinados
a las contiendas estatales, según CPR, un centro independiente que
promueve la transparencia en la financiación política.
El costo de la contienda presidencial entre el demócrata Barack
Obama y el republicano John McCain rondará los US$2.400 millones.
Ambos candidatos han recaudado en total más de US$1.500 millones desde el inicio del ciclo electoral en enero de 2007.
En lo que respecta a los principales partidos políticos, para
fines de esta contienda los demócratas habrán recaudado un 52% más en comparación con 2004.
En cambio, los republicanos habrán registrado un incremento de
apenas el 4% desde 2004.
El dinero vertido en las campañas generales, publicidad,
educación y movilización de votantes, y otros gastos proviene de las
mismas fuentes que financiaron elecciones pasadas.
La lista de grandes donantes incluye a jubilados, que dieron al
menos US$204,3 millones; abogados y bufetes, con 180,9
millones; el sector financiero, con US$122,8 millones; el sector de
bienes y raíces, con US$105,5 millones, y profesionales de salud, con
US$69,6 millones, según el análisis de CPR.
La suma de US$5.300 millones es menor a los US$17.000
millones que gastaron los estadounidenses este año por
San Valentín y a los US$8.700 millones que invirtieron en comida y
parafernalia deportiva durante la final del "Super Bowl" de fútbol
americano.
"Comparado con otras fechas, las elecciones no representan un
gran gasto. Lo que queremos transmitir es que durante mucho tiempo
sólo los ricos han girado cheques a los políticos pero ahora, cada
vez, el ciudadano medio puede convertirse en donante, aunque dé
menos", dijo a Efe Massie Ritsch, portavoz de CPR.
El coste global de los próximos comicios representa un incremento
del 27% sobre el ciclo electoral de 2004 y es, a manera de
comparación, poco menos que el Producto Interno Bruto de Nicaragua,
de US$5.700 millones, explicó Krumholz.
Aunque recalcó que nadie puede ganar un escaño en el Congreso de
EE.UU. sin ser rico o conocer a alguien con dinero, "de cara a los
comicios, también es importante que los candidatos y los ciudadanos
recuerden que tampoco se puede ganar sin tener los votos".