La Comisión Europea (CE) tiene previsto
responder a la solicitud de ayuda del Gobierno islandés y proponer
un "pequeño" paquete de asistencia macroeconómica que complemente el
programa puesto en marcha por el Fondo Monetario Internacional (FMI)
para hacer frente a la crisis financiera.
La iniciativa europea, sin embargo, estará condicionada a que
Islandia alcance acuerdos bilaterales con algunos países de la UE
sobre los sistemas de garantía de depósitos y la protección de los
ahorradores, explicó el portavoz de la CE, Johannes Laitenberger.
Los problemas del sector bancario islandés han generado un
conflicto con algunos estados miembros, sobre todo con el Reino
Unido, por la decisión de las autoridades de no garantizar los
fondos depositados en las filiales en el extranjero de los bancos
quebrados, una medida que afecta especialmente a ciudadanos
británicos.
"La Comisión confía en que una solución es posible", indicó
Laitenberger, quien afirmó que una vez que lleguen estos acuerdos
Bruselas comenzará a negociar con las autoridades islandesas.
La ayuda europea sería en forma de préstamos, que se articularían
a través del mecanismo de asistencia macrofinanciera de la UE, que
puede ponerse en marcha a petición de un país tercero con vínculos
importantes con los Veintisiete.
"Para ser claros, la asistencia que la Comisión podrá dar a
Islandia será pequeña", explicó el portavoz.
"Esto debe verse más como un gesto político, un complemento, y
tendrá que ser completado con apoyo bilateral, también probablemente
por países de la UE", añadió.
La propuesta de asistencia de la CE tendrá que recibir el visto
bueno de los gobiernos de la Unión y del Parlamento Europeo.
Islandia, el primer país cuyas cuentas públicas se han hundido
por la crisis financiera, recibirá un préstamo de más de US$2.000
millones por parte del FMI para poder ajustar su
economía.