La economía china creció un 9,9% entre enero y septiembre de
2008, con una inflación del 7 % en el mismo periodo, anunció hoy el Buró
Nacional de Estadísticas de China (NBS).
Este crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en ese
periodo equivale a 2,95 billones de dólares, 2,3 puntos porcentuales menos que
el registrado en el mismo período de 2007, explicó el portavoz de dicha
institución, Li Xiaochao, en una rueda de prensa celebrada en Pekín.
La inflación de los nueve primeros meses de 2008 fue nueve
décimas menor que la registrada en el primer semestre del año.
Durante el primer semestre de 2008, China había registrado
un crecimiento económico del 10,4 %, por debajo del 11,9 % que logró en todo
2007 pero en el tercer trimestre fue del 9%.
Los analistas económicos estiman que la economía del gigante
asiático crecerá en torno al 9% a finales de 2008.
Crisis financiera
Al presentar las cifras macroeconómicas, el portavoz del
NBS, Li Xiaochao, destacó que en los primeros tres cuartos de año China, en un
año muy complicado, "hizo balance de la situación, tomó resueltas
decisiones y adoptó políticas que han mantenido un crecimiento rápido y
estable".
Destacó también la publicación de las cifras de inflación,
que entre enero y septiembre fue del 7%, 2,9 puntos porcentuales más que en
igual periodo de 2007 pero nueve décimas menos que en la primera mitad de este
año, mostrando que las medidas para controlar los precios surten efecto.
"Todavía debemos vigilar el IPC", aseguró el
portavoz, dando a entender que las medidas de control continuarán, ya que el
Gobierno chino se fijó como metas principales este año evitar tanto un crecimiento
excesivamente rápido del PIB como de los precios.
En los datos del Buró se recordó que el comercio exterior
mantiene su fuerte crecimiento y ascendió a 1,96 billones de dólares (1,45
billones de euros), 25,2% más que en enero-septiembre de 2007 y consolidando al
país como tercer mayor socio comercial mundial.
Las importaciones crecieron de forma más rápida (29%) que
las exportaciones (22,3%), y China sigue manteniendo un superávit comercial
importante (134.000 millones de euros).
Sin embargo, ese superávit fue menor que el pasado año en
4.700 millones de dólares (3.400 millones de euros), gracias entre otros
factores a la fortaleza del yuan frente a las monedas estadounidense y europea.
El consumo interno, otro de los pilares fundamentales del
sorprendente crecimiento económico chino, alcanzó los 1,13 billones de dólares
(844.000 millones de euros), un aumento del 22% con respecto a enero-septiembre
del 2007.
Las cifras fueron consideradas positivas por el NBS, ya que
muestran cierta desaceleración -pretendida por Pekín desde hace varios años
debido al excesivo crecimiento en ciertos sectores- pero al mismo tiempo no
parecen demasiado afectadas por la recesión mundial.
"Es un año extraordinario para el crecimiento económico
de China", aseguró el portavoz, aunque reconoció que la crisis "está
empezando a tener efectos negativos en la economía nacional".
La economía china ha crecido anualmente como media un 9,8%
en los últimos 30 años, desde que se instauró la reforma y apertura económica,
y los analistas esperan que para todo 2008 su PIB crezca entre el 8 y el 9%.
También confían en que el gigante asiático ayude a
estabilizar la economía mundial en medio de la crisis que sufren especialmente
EEUU y la UE, como hizo en 1997 durante la crisis asiática.
El hecho de que China cuente con la mayor reserva de divisas
mundial (unos 2 billones de dólares) y haya invertido una gran parte de ésta en
bonos y empresas financieras estadounidenses la convierten en actor principal
de la crisis.
Los analistas chinos, no obstante, advierten que China
podría pedir a cambio un mayor reconocimiento de las potencias económicas
comerciales: por ejemplo, que EEUU y la UE la reconozcan como economía de
mercado y disminuya el proteccionismo contra los productos chinos.
"La mejor solución para ambas partes es que Occidente
ofrezca unas condiciones a China para que ésta les otorgue ayuda. Pero eso
depende de si China tiene confianza en Occidente", aseguró a Efe Mei
Xinyu, investigador y experto en macroeconomía del Ministerio de Comercio.