El presidente venezolano, Hugo Chávez,
criticó hoy que la cumbre financiera internacional del próximo 15 de
noviembre en EE.UU. (Washington) se celebre en el marco del G-20,
pese a que hay otros países "que están entrando en quiebra".
Chávez atribuyó la convocatoria al presidente francés, Nicolás
Sarkozy, y recordó que recientemente, cuando ambos se entrevistaron
en París, le recomendó "que se hiciera una reunión, sí, pero no solo
de los llamados grandes del mundo".
"Que vayamos a una asamblea de gobiernos a oirnos, a oirnos con
paciencia y con respeto y que nadie vaya a botar los tapones y mande
a callar al otro", dijo Chávez que le pidió a Sarkozy.
"Parece que ellos siguen encerrados en su mundo y van a convocar
a la cumbre de Washington al G-8 (EE.UU., Japón, Canadá, Reino
Unido, Francia, Alemania, Italia y Rusia) y parece que también
quieren invitar a China, India, Brasil, México y Sudáfrica", agregó.
La crisis financiera "sigue galopando (...); golpea a todo el
mundo y en este momento hay países que están entrando en quiebra,
lamentablemente. Son países colocados en una dependencia tal que
(...) dependen de auxilios que les daba el sistema capitalista,
muchas veces una verdadera miseria, pero eso ahora se acabó", dijo.
Tras destacar que su Gobierno ha logrado "desenganchar" a
Venezuela "del sistema capitalista mundial" y empezar a "construir
una sólida economía nacional, un modelo propio", el jefe de Estado
añadió que "hay un pánico financiero en el mundo" del cual su país
es ajeno.
La cumbre del 15 de noviembre se pergeñó el pasado fin de semana
durante un encuentro en Camp David (EE.UU.) entre el presidente
estadounidense, George W. Bush; el presidente francés y el de la
Comisión Europea, Jose Manuel Barroso.
La Casa Blanca ha convocado a Washington a los líderes de Rusia,
Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, Canadá y Japón, a los de la
Unión Europea y a los de países emergentes.
Entre estos últimos figuran los gobernantes de Argentina,
Australia, Brasil, Corea del Sur, China, India, Indonesia, México,
Arabia Saudí, Sudáfrica y Turquía.