El Gobierno boliviano propuso a Chile
reunirse el próximo 12 de enero para tratar el alcance de la
decisión de prohibir el ingreso de autos usados que provienen de ese
país, pero insistió hoy en que ve difícil modificar la normativa.
El viceministro de Relaciones Económicas Internacionales de la
Cancillería, Pablo Guzmán, dijo a EFE que se ha propuesto esa fecha
para la cita, pero que aún esperan una confirmación.
"La finalidad de la reunión es ver cuáles son los planteamientos
de la delegación chilena y nosotros explicaremos cuáles son los
problemas que hemos enfrentado y las razones por las que hemos
tomado la medida", explicó Guzmán.
La decisión de Bolivia puso en jaque el negocio de venta de
vehículos usados en las zonas francas de las ciudades chilenas de
Iquique y Arica, una transacción que mueve unos US$ 230 millones anuales y del que dependen miles de empleos en esas
regiones.
El Gobierno de Evo Morales argumentó que la norma busca que su
país "no se convierta en un vertedero de vehículos antiguos que
contaminan".
En tanto, la presidenta Michelle Bachelet, reiteró el miércoles su
confianza en alcanzar una solución al problema como en su momento
también se lo planteó a Morales en las recientes cumbres de Brasil.
Guzmán se mostró dispuesto a escuchar y considerar "cualquier
planteamiento que haga Chile" y destacó las excelentes relaciones
con ese país, aunque remarcó que es "difícil" cambiar la normativa
vigente desde hace dos semanas.
"Obviamente que el Gobierno de Chile reconoce que Bolivia es un
país soberano y que está en su derecho de tomar este tipo de
medidas", apuntó.
Según la cancillería chilena, al encuentro, que se desarrollará
en La Paz, acudirá una delegación de funcionarios de la Dirección de
Relaciones Económicas Internacionales (Direcon) de Chile, encabezada
por el subdirector de la entidad, Andrés Rebolledo.
La misión buscará, según las mismas fuentes, que el decreto de
prohibición se aplique de forma paulatina, para que los vehículos
que ya están vendidos puedan entrar a Bolivia.