El ex presidente de EE.UU. Bill
Clinton advirtió hoy que la actual crisis financiera "no puede ser
una excusa" para que los países más desarrollados se olviden de su
compromiso de ayudar a los ciudadanos más pobres del mundo.
"Es muy importante que los países ricos, las personas ricas y las
grandes empresas, por mucho que sufran en esta crisis, no la
utilicen de excusa para olvidarse de otros asuntos", dijo el ex
mandatario en una intervención en el Consejo Económico y Social de
la ONU.
Clinton fue el invitado de honor en el acto celebrado en la sede
de las Naciones Unidas en Nueva York con motivo del pasado Día
Mundial de la Alimentación.
Al evento también asistieron el secretario general de la ONU, Ban
Ki-moon, el director general de la Organización de Naciones Unidas
para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Jacques Diouf, y el
presidente de la Asamblea General, Miguel D'Escoto.
En su intervención, el ex gobernante estadounidense destacó que
cumplir los compromisos de ayuda al desarrollo les "ayudará a evitar
otra crisis financiera".
"La crisis alimentaria, la crisis de los combustibles y la crisis
financiera nos indican cuán interdependiente es el mundo en el que
vivimos y que unos no se pueden escapar del destino de los otros",
apuntó.
La actual crisis alimentaria se debe, en buena parte, "a que
todos no hemos aplicado las políticas agrícolas adecuadas", incluso
durante su etapa en la Presidencia entre 1993 y 2001, reconoció
Clinton.
En ese sentido, subrayó que "los alimentos no son un producto
como los otros, igual que la sanidad no es un servicio como los
otros".
Por ello, criticó que durante años se redujera considerablemente
la ayuda internacional y la inversión en el sector agrícola de las
economías más pobres, por considerar que era una etapa que se podía
saltar en el camino a la industrialización.
"Es una locura pensar que en los países con los que trabajo se
puede lograr el desarrollo sin aumentar la producción agrícola y
tratar la alimentación como si fuera una televisión en color",
aseveró.
Clinton se ha convertido en uno de los principales filántropos
internacionales desde que abandonó hace siete años la Casa Blanca.
La Iniciativa Global Clinton (IGC) que fundó en 2005 ha promovido
desde su creación cerca de mil "compromisos de acciones" para
mejorar la vida a 200 millones de personas en más de cien países,
según sus responsables.