La vulnerabilidad y riesgos
persistirán en el sistema financiero internacional y los bancos
deberán estar atentos y asegurarse de que tienen el capital y
liquidez adecuados para afrontar los desafíos que se avecinan.
Esa es la advertencia y recomendación formuladas por el Banco
Central Europeo (BCE) a las entidades financieras en su informe
sobre estabilidad financiera de diciembre, presentado hoy.
"La crisis no ha terminado", declaró el vicepresidente del BCE,
Lucas Papademos en la presentación del informe, en el que se recogen
cuatro posibles amenazas de futuro.
La primera es el continuo deterioro del mercado inmobiliario en
Estados Unidos y la zona del euro y su impacto en la calidad del
préstamo y en el valor de las garantías.
La segunda es una profundización y extensión de la ralentización
económica mundial y en la eurozona, lo que a juicio de Papademos
podría mermar la capacidad de los deudores de afrontar los pagos.
La tercera amenaza es la acentuación de los problemas de los
bancos de reducir el endeudamiento ante los persistentes altos
costos de financiación, lo que afectaría de forma negativa al flujo
del crédito a la economía.
Para los analistas del BCE, el cuarto desafío al que podría hacer
frente el sistema financiero es el incremento de la volatilidad del
mercado provocada por las posiciones de los fondos de alto riesgo.
"Ante todos estos riesgos, los bancos necesitan estar
especialmente vigilantes y asegurarse de que tienen la capacidad y
liquidez necesarias", dijo el vicepresidente del BCE.
Según datos del informe, las turbulencias por las que atraviesa
el sistema financiero internacional desde el segundo semestre de
2007 hasta el tercero del 2008, incluido, ha provocado a los
principales bancos del mundo pérdidas en el mercado de US$720.000
millones. De ese total, el 37%, corresponden a los principales bancos europeos.
Los bancos de la zona euro anotaron pérdidas por valor de US$131.300
millones, lo que representa el 18% del total. Respecto a las pérdidas en el mercado de los bancos de América
del Norte, el informe del BCE las cuantifica en el 59%.
Papademos destacó que, en el mismo periodo, los principales
bancos del mundo lograron nuevo capital por valor de US$765.000
millones, es decir, más de lo que perdieron.
La participación de los bancos europeos en la obtención de ese
nuevo capital fue, según el BCE, del 39%, mientras que la
cuota de las entidades financieras de la eurozona fue del 18%.
Según Papademos, la conclusión general del análisis del sistema
financiero es que las turbulencias persisten y que la estabilidad
del sistema financiero en la zona del euro sigue siendo incierta.
La clave, afirmó Papademos, está en el sector bancario y en las
facilidades de refinanciación, así como en el desarrollo de los
fondos de alto riesgo (hedge fonds).