La economía alemana se contrajo en el
tercer trimestre un 0,5%, según los datos definitivos
publicados hoy por la Oficina federal de Estadística, que confirmó
las cifras provisionales presentadas el pasado 4 de noviembre por
las que Alemania entró con ello en recesión técnica.
En el segundo trimestre el Producto Interior Bruto (PIB) se había
reducido en un 0,4% con respecto al primero. Cuando se
registran dos trimestres negativos consecutivos, los economistas
hablan de recesión.
La evolución no fue peor gracias a que el consumo interno no
sufrió la caída que se había temido por la crisis financiera
mundial, y en el tercer trimestre el gasto privado aumentó un 0,3% con respecto al segundo, excluidos todos los factores
estacionales y de calendario laboral.
El gasto del Estado creció en el tercer trimestre un 0,8%.
En comparación con el tercer trimestre de 2007, el PIB sufrió un
retroceso del 1,3%.
Excluidos los factores de calendario laboral -en el tercer
trimestre hubo una jornada de trabajo más que el mismo periodo de
2007- se registró un crecimiento del 0,8%.
Gracias a que en el primer trimestre todavía se registró un
incremento real del 1,4%, el crecimiento real en los
primeros nueve meses fue del 1,4%.
Según las previsiones del Instituto de Estudios de Mercado GfK,
el ambiente consumidor en Alemania mejora ligeramente hacia finales
de año, con un crecimiento del índice de consumo de 1,9 a 2,2
puntos.
Al mismo tiempo, el GfK registró entre los consumidores el mayor
temor a una recesión desde que se empezó a calcular el ambiente de
consumo entre la población en 1991, básicamente debido a la crisis
que ya se ha hecho patente en algunos sectores industriales, como el
automotriz.