El presidente alemán, Horst Köhler advierte que la recesión
en Alemania es "inevitable" y demanda un segundo Bretton Woods, a
imagen y semejanza de la reunión que alumbró un nuevo orden financiero mundial
en 1944 en EEUU.
En una entrevista que publica hoy el diario Süddeutsche
Zeitun, el presidente demanda una "acción concertada" de los máximos
representantes de la sociedad (política, economía y sindicatos), como la que
llevó a cabo el gobierno de gran coalición en los 60 en Alemania para afrontar
la primera recesión de la posguerra.
Köhler, elegido presidente en 2004, después de pasar cuatro
años al frente del Fondo Monetario Internacional, reclama una "ética
común" de la comunidad internacional y destaca la "responsabilidad de
Alemania, que como potencia, persigue su propio interés".
El presidente alemán considera la recesión en Alemania
"inevitable" y advierte de que "se cobrará empleos", al
tiempo que asegura que "podemos y tenemos que limitar los efectos de la
crisis".
"Son las personas las causantes de esta crisis y son
también personas las que pueden solucionarla", y es ahí donde reclama una
"acción concertada" entre "gobierno, patronal, sindicatos y la
banca, cuyo primer reto es conseguir que la banca vuelva a prestarse mutuamente
dinero y conceda créditos a la industria".
En una amplia entrevista a toda página, Köhler recuerda su
gira latinoamericana hace dos años bajo el lema "responsabilidad social de
los empresarios" y resalta la "perentoria necesidad de mayor
equilibrio social" en el subcontinente.
"Aparte de la gestión internacional de la crisis,
tenemos que rompernos la cabeza acerca de lo que tenemos que cambiar para que
haya más personas para las que les merezca trabajar", y en ese sentido
propone Köhler una conferencia financiera internacional a imagen y semejanza de
Bretton Woods en New Hampshire en 1944.
Un nuevo orden económico internacional es lo que propone el
presidente federal, aprovechando lo que califica de "oportunidad
histórica" porque, entre otras cosas, "garantizaría acuerdos
comerciales justos con los países en vías de desarrollo y acabaría con la doble
moral de la industria".
El apóstol moral de la nación, al que se critica en
ocasiones su intromisión en política, recuerda que "un presidente federal
no puede ser un ente neutral", y que ante situaciones como las del
desempleo masivo se ve obligado a "adoptar una posición clara".
El desempleo es el gran temor de Alemania, en plena crisis,
después de que en los últimos años del gobierno del anterior canciller Gerhard
Schröder se superara la barrera de los cinco millones de desempleados