Ayer se inició en Washington una nueva ronda de negociaciones entre Estados Unidos y China para destrabar las tensiones comerciales, y habría finalmente señales de progreso, una noticia que llegó a calmar a los inversionistas en el momento preciso, ya que más temprano la Organización Mundial del Comercio había advertido que la desaceleración en el intercambio de bienes podría ser mayor a la prevista para este año.
La nueva ronda de conversaciones busca evitar que el presidente Donald Trump aumente de 10% a 25% los aranceles a productos chinos por US$ 200 mil millones a partir del 1 de marzo.
Varias fuentes involucradas en las reuniones dijeron a Bloomberg que EEUU está intentando asegurar un compromiso por parte de China de que no devaluará el yuan para contrarrestar el impacto de los aranceles estadounidenses.
Los funcionarios de las dos mayores economías del planeta están discutiendo cómo abordar la política cambiaria en un “Memorando de Entendimiento” que se transformaría en la base de un acuerdo que tendría que ser aprobado por Trump y por su par chino, Xi Jinping.
Aun cuando las palabras precisas del texto no se han zanjado, el compromiso de estabilidad del yuan ha sido discutido en varias rondas de negociaciones en meses recientes, y ambos bandos estarían de acuerdo en que sea el marco de un pacto final, agregaron las fuentes.
Las conversaciones de alto nivel, en tanto, se realizarán entre mañana y el viernes, cuando el viceprimer ministro chino, Liu He, se reúna con el representante de comercio de EEUU, Robert Lighthizer, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
Rol del yuan
El propio Mnuchin le había expresado a Reuters en octubre del año pasado que los asuntos cambiarios debían ser parte de las negociaciones sino-estadounidenses, y que funcionarios chinos le habían dicho que una mayor depreciación de la moneda no era de su interés.
La disputa bilateral vio caer el yuan más de 5% en 2018, generando especulaciones de que China estaba debilitando deliberadamente su moneda para contrarrestar el impacto de los aranceles.
El yuan ha rebotado cerca de 2% en el año a la fecha, tras caer a un mínimo en una década frente al dólar a fines de octubre.
La semana pasada se realizó otra ronda de negociaciones en Beijing, pero sin llegar a un acuerdo, a pesar de que autoridades de ambos países dijeron que habían logrado avances en temas disputados.
En otra buena señal, Trump reiteró ayer que las negociaciones van bien encaminadas y volvió a sugerir que estaba abierto a aplazar la fecha límite del 1 de marzo para que se puedan completar las negociaciones.
Por su parte, el vicepresidente de la Cámara de Comercio de EEUU, Myron Brilliant, expresó su esperanza de que “ambos bandos alcancen un acuerdo comercial amplio, audaz y significativo”.
Sin embargo, los analistas se mantienen cautos por ahora. “Hay mucho pasando ahí afuera y creo que la mayor parte de los inversionistas están mirando a China y las conversaciones comerciales”, dijo Kim Forrest, senior portfolio manager de Fort Pitt Capital, a Bloomberg Television.
“Hemos recorrido este camino un par de veces antes -no sólo este año, sino que el año pasado también- y el plazo de marzo se está acercando rápidamente”, agregó.
Comercio global
Los avances se difundieron el mismo día en que la OMC informó que su indicador precursor trimestral del comercio mundial de bienes bajó a su menor lectura en nueve años, lo que debería ser una alerta para que las autoridades se preparen para una desaceleración más brusca si las tensiones comerciales se mantienen, advirtió.
El Indicador de las Perspectivas del Comercio Mundial que difunde trimestralmente la OMC, un índice compuesto de siete variables, mostró una lectura de 96,3 puntos, la más débil desde marzo de 2010 y una caída respecto de los 98,6 de noviembre.
Un resultado por debajo de 100 señala un crecimiento menor a la tendencia en el comercio.
En septiembre, la organización había dicho que esperaba que el crecimiento mundial del comercio de bienes se desacelerara a 3,7% este año, frente a un 3,9% en 2018.
“Estas estimaciones podrían ser revisadas a la baja si las condiciones comerciales siguen deteriorándose”, dijo la OMC en un comunicado.
“La caída simultánea de varios indicadores relacionados con el comercio debería colocar a las autoridades en guardia para una desaceleración más brusca si las tensiones comerciales actuales se mantienen sin resolver”.
El informe registró “bruscas caídas” en la mayoría de los índices para órdenes de exportación, carga aérea, producción automotriz, componentes electrónicos y materias primas agrícolas.
La organización advirtió además que las tensiones comerciales se suman a continuos riesgos políticos y volatilidad financiera, lo que podría “presagiar una desaceleración económica más amplia”.
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