El tradicional discurso anual del Presidente de Estados Unidos, mejor conocido como el Estado de la Unión (ver QR), estuvo precedido por dos decisiones importantes emanadas desde Washington: el fin de la ayuda militar a Ucrania y la entrada en vigencia de nuevos aranceles del 25% sobre las importaciones de México y Canadá, y de un 10% adicional a los productos de China.
La decisión de la Casa Blanca, por lejos, desató la ya vaticinada guerra comercial y avivó los temores de un gran impacto en el crecimiento de las economías involucradas -con advertencias de recesión para algunas-, una nueva alza de la inflación y el golpe a las principales industrias.
Se trata de tan solo dos medidas que forman parte de una batería de acciones que han marcado apenas un mes y 12 días del Gobierno republicano.
China y Canadá contraatacan
US$ 21 mil millones en productos de EEUU serán gravados por China.
El primer país en reaccionar fue China, que anunció rápidamente aranceles adicionales de entre el 10% y el 15% sobre ciertas importaciones estadounidenses a partir del 10 de marzo y una serie de nuevas restricciones a la exportación y a la inversión a 25 empresas estadounidenses.
En específico, Beijing dijo que aplicará gravámenes a la importación de productos agrícolas y alimentarios, que en total suman un valor de US$ 21.000 millones.
“Tratar de ejercer una presión extrema sobre China es un error de cálculo y una equivocación”, dijo un portavoz del Ministerio de Exteriores, quien agregó que su país nunca había sucumbido a la intimidación o la coerción.

Xi Jiping, jefe de Estado de China. Foto: Reuters
En esa línea, la administración de Xi Jinping presentó quejas ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Poco después llegó la decisión desde Canadá. El vecino del norte anunció gravámenes del 25% a las compras estadounidenses por un valor de 30.000 millones de dólares canadienses (US$ 20.720 millones), con efecto inmediato.
“No hay absolutamente ninguna justificación ni necesidad de aplicar estos aranceles hoy”, dijo el primer ministro, Justin Trudeau.
Los principales productos afectados en la lista son: zumo de naranja, mantequilla de maní, vino, licores, cerveza, café, electrodomésticos, ropa, calzado, motocicletas, cosméticos, pasta y papel.

Claudia Sheinbaum, mandataria de México. Foto: Bloomberg
Si no hay marcha atrás por parte de EEUU, Ottawa prevé imponer un gravamen del 25% sobre otros 125.000 millones de dólares canadienses a bienes de EEUU en 21 días.
Entre esos productos estarían los vehículos, el acero, los aviones, las frutas y verduras, y la carne de vacuno y de cerdo.
En paralelo, Trudeau dijo que su administración impugnará las medidas ante la OMC y a través del Tratado de Libre Comercio que comparten también con México, mejor conocido como T-MEC o Usmca, en inglés.
Precisamente, sobre México, el premier vaticinó que encontrarán nuevas formas de cooperación bilateral para enfrentar las tarifas de Trump.
El sello de Sheinbaum
Por su parte, la mandataria mexicana Claudia Sheinbaum, decidió mantener su ya conocido sello de prudencia y cautela antes de anunciar represalias. La jefa de Estado coincidió con Trudeau en que no había “motivo, razón ni justificación” para las acciones del titular de la Casa Blanca, pero dijo que esperaría unos días para hacer sus anuncios.
“Hemos decidido responder con medidas arancelarias y no arancelarias que anunciaré en plaza pública el próximo domingo”, dijo en su rueda de prensa diaria.

Justin Trudeau, primer ministro de Canadá. Foto: Bloomberg
La jefa de Estado calificó de “ofensiva, difamatoria y sin sustento” la acusación de que está dando refugio a grupos criminales en su país y de que no se ha actuado con mano firme para frenar la migración ilegal.
Aseguró que su gestión ha dado resultados en seguridad, citando una reducción de un 50% en las incautaciones de fentanilo en EEUU provenientes de México o el decomiso de casi 7.000 armas de fuego, la mayoría provenientes del norte.
Ese sería el mensaje que le recordaría a Trump en caso de que se concrete una nueva conversación antes del final de la semana. “Siempre buscaremos una solución negociada”, señaló la mandataria.
Poco después, fue el secretario de Comercio de EEUU, Howard Lutnick, quien puso paños fríos a la disputa arancelaria y adelantó que existe la posibilidad de que el presidente encuentre “una posición común con México y Canadá respecto a los aranceles”, y que ello podría anunciarse este miércoles.
Hasta ahora, los análisis se han centrado en el impacto de las medidas. Desde el comercio, grandes retailers -como Target- adelantaron que tendrán que subir los precios de algunos alimentos de temporada, como las paltas mexicanas.
Los fabricantes tecnológicos y la industria automotriz también elevaron sus propias alertas por el impacto de las medidas.