La carne de vacuno no es solo uno de los principales productos de exportación de Argentina y fundamento de su identidad nacional e imagen internacional. También es una de las mayores causas de la crisis de hiperinflación, que a esta altura se ha convertido en otro de los componentes clásicos de la idiosincrasia argentina.
Así al menos lo asegura JPMorgan Chase, que en un reporte publicado este miércoles culpó a la materia prima de las parrilladas por el salto en los precios al consumir registrado en febrero.
El banco elevó su proyección de precios para el mes pasado a 3,9% desde 3,2%. Tras aumentar a 6,7% en enero, el reporte liderado por Lucila Barbeito y Diego Pereira proyecta que los precios de la carne roja en Argentina suban otro 7% en febrero.
Los precios de la carne están subiendo a medida que los productores y distribuidores buscan recuperar las pérdidas después de que la inflación se disparara en 2018. Elypsis, una consultora con sede en Buenos Aires, también había proyectado que la carne roja elevaría la inflación general en febrero a un máximo del 4%, reportó Bloomberg.
Barbeito y Pereira aumentaron su proyección para la inflación anual argentina en 2019 a 31,2%, citando factores que incluyen un incremento en los salarios.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos de Argentina publicará los datos oficiales de la inflación de febrero el 14 de marzo.