Economía

Grecia desafía a Europa con un contundente “no” y Merkel y Hollande se reúnen hoy

El BCE discutirá hoy la extensión de la línea de emergencia a los bancos griegos, que han estado cerrados por una semana.

Por: Isabel Ramos J. | Publicado: Lunes 6 de julio de 2015 a las 04:00 hrs.
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Era una jornada de alta expectación en Grecia. Durante la semana las encuestas hablaban de un empate técnico entre el "sí" y el "no" en el referendo en el cual la población debía manifestarse a favor o en contra de las nuevas medidas de austeridad propuestas por los acreedores internacionales del país. Pero desde el inicio del conteo de votos se hizo evidente que la victoria del "no" sería arrolladora.

"no" sería arrolladora. Un 61,3% de la población expresó su apoyo al gobierno del primer ministro Alexis Tsipras y dijo "no" a las últimas propuestas de recortes de gastos y aumentos de impuestos. El "sí" debió conformarse con un 38,7%. Las consecuencias no se hicieron esperar. El líder del partido opositor Nueva Democracia, Antonis Samaras, renunció a su cargo y la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Francois Hollande sostuvieron una conversación telefónica y acordaron reunirse hoy. El euro, por su parte, bajó un 1,4% con respecto al dólar.

Tsipras describió el resultado como una "gran victoria" y dijo que Atenas volvería a la mesa de negociación hoy con una mano fortalecida. "Comprobamos que la democracia no puede ser chantajeada", aseguró Tsipras en un discurso televisado. El equipo negociador de Tsipras regresará a Bruselas para sentarse a la mesa con la Troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) para solicitar un tercer rescate que incluya una reestructuración de deuda. Pero el triunfo del "no"reduce las probabilidades de llegar a un acuerdo y aumenta las posibilidades de una salida de la moneda única.

"La cuenta de mantener a Grecia en la zona euro –sin un compromiso de reforma- acaba de subir desproporcionadamente", dijo Mujtaba Rahman, director para Europa de Eurasia Group, a Bloomberg. "Los halcones de la zona euro ganarán el debate de que debe entregarse ayuda al país para que se vaya del bloque". La pregunta es si los líderes europeos podrán negociar con un gobierno que rechazó sus condiciones para mantenerse en la unión monetaria, después de haber forzado a Portugal e Irlanda a seguir medidas de austeridad similares y completar sus programas de rescate. Los líderes europeos habían caracterizado el plebiscito como un voto sobre la membresía de Atenas en el euro, pero Tsipras insistió en que Grecia puede mantenerse en la unión.

Reacción europea
Merkel viaja hoy a París para reunirse con Hollande para delinear la estrategia en la negociación con Grecia. El viaje, anunciado ayer poco después del cierre de la votación, busca "evaluar en conjunto la situación después del referendo griego", informaron ambos gobiernos en correos separados. En su conversación telefónica ayer ambos líderes acordaron que la decisión de la población griega "será respetada", y acordaron que se convocara a una cumbre extraordinaria de los líderes de la zona euro mañana para discutir la situación de Atenas. Pero llegar a un acuerdo incluso entre ellos será difícil. El vicecanciller alemán y líder del Partido Socialdemócrata (SPD), Sigmar Gabriel, afirmó ayer que el gobierno de Atenas "rompió los últimos puentes" que podían llevar a un compromiso entre Europa y Grecia. Mientras que Emmanuel Macron, el ministro de Economía galo, insistió en que hay que retomar las negociaciones.

Todo en manos del BCE

El BCE se reúne hoy para discutir la extensión de la línea de emergencia a los bancos griegos, que han estado cerrados por una semana tras los controles de capital que impuso Tsipras para frenar los retiros. Su decisión será la que podría obligar a Grecia a emitir una divisa paralela distinta al euro. "Nuestra prioridad inmediata es restaurar el sistema bancario griego", dijo ayer Tsipras. "Estoy seguro de que el BCE comprende totalmente el lado humanitario de la crisis en nuestro país". Hasta ahora el BCE ha concedido 89 mil millones de euros al banco central de Grecia para entregarle liquidez a la banca local, algo que ha podido hacer porque la ha considerado solvente. Pero el domingo 28 de junio, dos días después de que Tsipras convocara el referendo, el BCE anunció que no retiraría la liquidez de emergencia, pero no entregaría más dinero. Esto fue lo que obligó al gobierno heleno a imponer el corralito. Ahora el BCE tiene tres opciones: autorizar la petición de liquidez, una condición necesaria pero no suficiente para reabrir los bancos griegos; dejar las cosas como están; o retirar toda la liquidez de emergencia concedida hasta ahora, lo que obligaría a los bancos a reabrir con una divisa paralela de nueva emisión. La fecha clave será el 20 de julio, cuando Grecia debe abonar 3.500 millones de euros al BCE. Si Atenas no paga, sería casi imposible que el BCE siga aceptando colateral de los bancos griegos y se retiraría la línea de emergencia.

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