La aversión al riesgo dominó ayer las operaciones en los mercados, un sentimiento que ha ido creciendo desde que la población griega votó “No” en el referendo del domingo. El ambiente negativo inicial en Bruselas en la reunión de los líderes de la zona euro golpeó especialmente al euro.
La moneda comunitaria declinó 0,3% frente al dólar, a US$ 1,1019, pero llegó a caer a US$ 1,0912, su nivel más bajo desde el 2 de junio. Frente al yen también bajó 0,3%. El índice europeo Stoxx Europe 600 cayó 1,6%.
Los bonos europeos se fortalecieron en medio de especulaciones de que el banco central de la región protegerá a los tenedores de bonos de una crisis.
Los bunds alemanes lideraron las alzas, con la tasa a diez años bajando doce puntos base a 0,64%. El rendimiento de los bonos portugueses cayó cuatro puntos y el de los italianos descendió doce puntos base.
Las acciones de la región extendieron las pérdidas a un mínimo en cuatro meses, después de que mercados como España y Francia entraran en una corrección el lunes.
El índice PSI 20 de Portugal ha perdido 6% en dos días, su mayor caída desde octubre, mientras que el índice FTSE MIB de Italia ha bajado 6,9% esta semana. El Ibex español cerró con una caída de 1,84%, profundizando su mínimo desde febrero.
El mercado accionario de Grecia estuvo cerrado ayer y se mantendrá cerrado hoy, después de que se extendiera un feriado bancario.
“Creo que lo que estamos viendo es a los inversionistas registrando su decepción con los griegos y abandonando las acciones tan pronto como es posible y dirigiéndose hacia los refugios habituales”, dijo Chris Beauchamp, analista de IG market, a Reuters.
En Estados Unidos, la situación fue distinta. El índice bursátil Standard & Poor’s 500 cerró con un alza de 0,61% ayer, revirtiendo la caída de más de 1% que mostró durante la jornada, a medida que crecía la especulación de que la crisis de Grecia sería contenida.
“Estamos empezando a superar el temor de Grecia”, dijo Brad McMillan, jefe de inversiones de Commonwealth Financial Network, a Bloomberg.
“Económicamente en realidad no importa mucho. Fue un riesgo real y los retiros fueron racionales. Cuando se ve una reacción a un evento del mercado y ese evento parece no tener mucho impacto, entonces esa reacción puede revertirse muy fácilmente”, explicó.