Seis de cada diez atenciones vía plataformas de telemedicina evaluadas no garantizan la seguridad de la información de los pacientes durante las consultas, según reveló un análisis formulado por el Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud (CENS).
El organismo, apoyado por la Agencia Nacional de Investigación (ANID) e integrado por cinco universidades, es uno de los autorizados para evaluar estas tecnologías con el propósito de entregar tranquilidad a los usuarios y profesionales de la salud a través de un sello de calidad en cinco ítems, entre ellos la seguridad, certificación que prontamente exigible para la atención en modalidad libre elección de Fonasa.
A la fecha, 22 plataformas han postulado para obtener la certificación han sido evaluadas. De acuerdo a CENS, los resultados son parte de un diagnóstico inicial, cuyo promedio de cumplimiento es del 64%, y que permite introducir mejoras para alcanzar un desempeño de 100% al término del proceso.
La directora ejecutiva del organismo, la Dra. May Chomali, valoró la disponibilidad de las primeras empresas interesadas en recibir el sello y su proactividad en impulsar avances en múltiples ámbitos. “El sistema de salud tuvo en estas tecnologías un aliado fundamental para la continuidad de las atenciones durante los últimos tres años. Hoy es momento de que exijamos la calidad máxima para su funcionamiento, lo cual beneficiará a los pacientes y los profesionales de la salud, pero también a las propias empresas".
Se espera que, en los próximos meses, Fonasa, que también participa en el programa de mejoramiento tecnológico, haga exigible la certificación para el financiamiento de consultas a través del seguro público. De esta forma, los 15 millones de usuarios del servicio solo podrán acceder a bonos de teleconsulta si los prestadores las entregan a través de plataformas certificadas por CENS o Fonasa.
"Sin dudas, una tecnología de mejor calidad puede proyectar con mejores perspectivas su crecimiento futuro. Sabemos que estas plataformas son parte y muy importante de la transformación digital de la salud en Chile, un proceso que ya no tiene marcha atrás, pero que necesitamos impulsar con mucha fuerza para estar mejor preparados para los grandes desafíos sanitarios que nos deparan las próximas décadas”, afirmó la Dra. Chomali.
Eric Rojas, líder del Área de Calidad de CENS y académico de la Universidad Católica, agregó que “las características de calidad evaluadas en el sello, garantizan que los pacientes y los profesionales clínicos puedan recibir y prestar atenciones de telemedicina, mediante plataformas tecnológicas que cumplan con buenas prácticas y aspectos regulatorios necesarios en este tipo de atenciones.”
El Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud proyectó durante la pandemia un avance en el uso de tecnologías en el sistema sanitario local, entre estas la telemedicina. Sin embargo, una vez finalizada la fase más crítica de la emergencia, dio cuenta de una disminución en el número de prestaciones, principalmente por la falta de incentivos para seguir avanzando.
Cinco áreas en revisión
El sello opera bajo la norma internacional ISO 25010, creada para describir la calidad de un software a través del cumplimiento de sus características. Para este caso en particular, el protocolo evalúa fiabilidad, usabilidad, seguridad y compatibilidad, además de los aspectos clínicos requeridos. En Chile no hay un ente regulatorio que verifique la calidad de las prestaciones de teleconsulta.
Los resultados del análisis de 15 de las 22 plataformas que participan en el proceso del sello y que actualmente han recibido su informe inicial, dan cuenta que el promedio de cumplimiento de los cinco ítems es de un 64%. Entre las soluciones analizadas, la mayoría son de teleconsulta, pero también se cuentan algunas de teleradiología, teleasistencia y telemonitoreo. A la fecha, diez empresas con operaciones en Chile han obtenido el sello.
“Lo que hacemos es recopilar toda la información mediante una herramienta de evaluación y en base de lo que las empresas nos muestran, el equipo evaluador va viendo los cumplimientos en cada uno de los cinco parámetros medidos. Ahí entregamos un informe de qué ámbitos deben mejorar y de qué forma hacerlo”, dijo Priscilla Vergara, especialista del área de Calidad de CENS.
El ítem de usabilidad, es decir, el relativo a la facilidad de uso para los pacientes, es el más débil, con un 53% de cumplimiento global. Los de mejor desempeño, en tanto, son el de interoperabilidad (73%) y el de proceso clínico (72%). Los de seguridad y fiabilidad, es decir, que las plataformas no se caigan en medio de una atención, alcanzan un 64% y un 57%, respectivamente.
En su trabajo de diagnóstico, los evaluadores revisan todo el proceso de atención y se alinean con dos instrumentos: la Guía de Buenas Prácticas y Recomendaciones para el Uso de Telemedicina durante la Pandemia de Covid-19 en Chile, también creada por CENS; el Anexo Técnico de Fonasa; y los Lineamientos para el Desarrollo de la Telemedicina y la Telesalud en Chile del Ministerio de Salud.
“Todas las plataformas que hemos evaluado están en uso, y han demostrado vulnerabilidades importantes en sus procesos. Hacemos un llamado a los prestadores a preferir tecnologías certificadas o que están en vías de obtenerlas. Es importante que como sistema de salud avancemos hacia el uso de tecnologías de mejor calidad, porque son estas las que demostrarán el potencial de las nuevas herramientas”.
Recientemente, el Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud lideró la formulación de una propuesta para el diseño de una política pública en telemedicina, y que fue compartida con los legisladores que ultiman detalles de la futura ley en la materia. “Como una tecnología de vanguardia, la telemedicina es una oportunidad para favorecer el acceso y la oportunidad de las atenciones de salud, con un enfoque promocional y preventivo. Estamos convencido que, de implementarse con una visión de red, permitirá enfrentar de una manera más efectiva algunos de los mayores retos de los sistemas sanitarios, entre estas, las listas de espera para atención en los niveles de mayor complejidad”, complementó May Chomali.
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