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Acuerdo de los Calderón: Verónica accederá en torno a 7% directo de Ripley y US$20 millones adicionales

Sergio Hidalgo fue el mediador al interior de la familia. La menor del clan quedará como accionista directa de la multitienda en un paquete valorado en más de US$ 133 millones.

Por: José Troncoso Ostornol | Publicado: Viernes 6 de julio de 2018 a las 04:00 hrs.
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“Nadie quedó feliz”. Así resume un conocedor del acuerdo que sellaron los hermanos Calderón Volochinsky tras una profunda disputa por la propiedad de Ripley.

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Por un lado, la denunciante, Verónica, la menor del clan, acusó que tras un aumento de capital realizado en 2011 en una de las sociedades, a través de la cual la familia controla la multitienda, se diluyó su participación en la firma. Dijo que se “apropiaron de sus acciones”, lo que a su juicio le significó “decenas de millones de dólares en pérdidas”.

En la otra vereda, sus hermanos Andrés, Lázaro y Michel, rechazaron todas esas afirmaciones. Al medio, el padre y la madre, Alberto Calderón y Patricia Volochinsky.

Verónica llegó a amenazar con una millonaria demanda en contra de sus hermanos: “Defraudaron mi confianza”, fueron sus palabras. “Nuestra hija Verónica está equivocada. Esperamos de corazón que recapacite”, dijeron sus padres en una declaración pública.

Hace exactamente dos semanas el clan anunció un acuerdo.

“Comunicamos que en base al respeto y cariño mutuo que siempre han prevalecido, los hermanos Calderón Volochinsky han resuelto sus diferencias en el seno familiar, recomponiéndose las confianzas mutuas”, señalaron en una declaración pública firmada por todo el clan.

Quien medió para lograr esta “salida amistosa” fue Sergio Hidalgo, un ex ejecutivo de Ripley y hoy director de varias filiales de la sociedad. Quienes lo conocen destacan que es cercano a todos los hermanos y al patriarca, lo que le valió ser el elegido para impulsar el acuerdo al que finalmente se llegó.

“Nadie quedó feliz; si alguna de las partes hubiera quedado feliz no habría sido un acuerdo satisfactorio para cada una de las partes”, insiste un conocedor de las tratativas.

¿Cuál fue el acuerdo? Las partes se han encargado de mantener todo bajo absoluta reserva, pese a lo cual Diario Financiero pudo conocer algunos puntos: Verónica Calderón recibirá cerca de US$ 20 millones en efectivo. Además, pasará a ser accionista de forma directa de la compañía, con cerca del 7,37% de la propiedad, paquete valorado en más de US$ 133 millones.

“Podrá hacer lo que quiera con sus acciones, si quiere, venderlas. También recibirá dividendos”, explica un conocedor que pide reserva.

Hasta ahora, Verónica tiene el 7,37% de Ripley a través de la sociedad Inversiones Leonardo Da Vinci Limitada, la misma en la cual se realizó el aumento de capital en 2011 en donde la menor del clan dijo que se diluyó su participación en la empresa.

Sus tres hermanos manejan indirectamente 14,21% cada uno de la multitienda, participaciones que tienen un valor en bolsa superior a los US$ 257 millones cada una.

El proceso que le permitirá a Verónica ser accionista directa será complejo, dicen conocedores, quienes estiman que las operaciones para concretar este punto del acuerdo partiría en las próxima semanas.

Diario Financiero intentó sin éxito tener una versión oficial de Verónica y sus hermanos.

El parelé

Antes de que se destapara el caso, los hermanos intentaron llegar a un acuerdo. Para mantener la diferencia bajo reserva y no exponer al clan ante la opinión pública, los hermanos le habían propuesto a Verónica cederle aproximadamente el 2,5% de la empresa, paquete accionario valorado en unos US$ 53 millones.

Según varias fuentes consultadas, Verónica había consentido inicialmente a la propuesta, con lo cual habría quedado con más del 10% de la firma fundada por su padre Alberto y su tío Maxo. No obstante, las mismas fuentes destacan que finalmente decidió no aceptar la oferta de sus hermanos tras asesorarse con el abogado penalista Juan Pablo Hermosilla.

Luego del anuncio de demanda, los hermanos se distanciaron totalmente. Sus abogados, como Pedro Pablo Gutiérrez, quien además representaba a Alberto Calderón y Patricia Volochinsky, dijo sobre Verónica: “Desconocer acuerdos vinculantes firmados hace más de siete años es improcedente y denota que estamos frente a un conflicto totalmente artificial”.

Pese a que no se alcanzó a ir a juicio, los tres Calderón hombres tenían varias cartas que respaldaban su postura. Incluso, una misiva de la matriarca del clan en la que le pidió “parar” a Verónica con sus acciones judiciales, ya que –a su juicio- fueron sus hermanos quienes hicieron crecer la empresa.

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Lázaro Calderón, gerente general de Ripley.

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