Los planes de EnergyX con el litio chileno van en serio. La startup del estadounidense Teague Egan posee 44.000 hectáreas en las cercanías del Salar Punta Negra, al sur del Salar de Atacama, donde desarrolla su proyecto insignia Black Giant. Pero no sólo eso, también cuenta con 2.000 hectáreas en Mejillones, donde aspira, si todo sale bien, construir la mayor planta de refinería de litio del mundo.
En su visita número 25 a Chile, el fundador y CEO de la firma se reunió con el ministro de Economía, Nicolás Grau, y representantes de InvestChile para transmitir los méritos de su iniciativa. En marzo lo hará con los equipos técnicos del Ministerio de Minería. ¿Su principal preocupación? Obtener un CEOL para echar a andar la explotación.
“Me cuesta entender que una democracia del primer mundo como Chile pase por alto nuestro proyecto, con nuestra experiencia, tecnología y respaldo financiero”, dice Egan.
“Tenemos un proyecto de clase mundial y cumplimos con todas las exigencias del Gobierno”, dice Egan a DF. “Contamos con la experiencia, la tecnología, el respaldo financiero, los socios y el 100% de las pertenencias mineras”, remarcó.
Si bien Punta Negra figura entre las zonas por las que privados manifestaron interés, no ha sido parte de los 12 salares y yacimientos priorizados por el Ejecutivo. “Es difícil para mí creer que hay otros proyectos mejores que el nuestro”.
Su mano derecha, el presidente de Litio para Sudamérica de la empresa y exvicepresidente senior de Operaciones de Litio y Potasio de SQM, Juan Carlos Barrera, confía en que estarán en un tercer llamado del Gobierno: “Llevo 35 años en la industria minera, en más de 30 proyectos, visitando 121 países y este es el reto más desafiante de toda mi vida. No vamos a parar hasta conseguirlo, porque es una gran oportunidad para Chile, pero también para el mundo”.
Una de las particularidades de Black Giant es que ninguna de sus operaciones está dentro del salar, sino que encontraron litio en salmuera fuera de él.
El proyecto se encuentra en fase de exploración y cuenta con un campamento en el que trabajan 200 personas. Su tecnología de extracción directa de litio (DLE) la han perfeccionado durante seis años y el resultado de recuperación de litio desde el yacimiento hasta el producto final de carbonato de litio grado batería es de 96,7%.
Aseguran utilizar un 95,5% menos de agua (no continental) y producir cloruro de litio concentrado al 6% con 200 veces menos impurezas que las alternativas de la competencia.
El proyecto contempla una inversión de US$ 1.000 millones -ya han desembolsado US$ 50 millones-, cuyo financiamiento viene de un préstamo aprobado por US$ 690 millones del EXIM Bank de EEUU. El resto, vendrá de una mezcla de sus actuales inversionistas y socios, donde destacan General Motors, POSCO y la italiana ENI.
El plan de ingeniería lo desarrollan con la firma internacional Worley y en lo ambiental trabajan con la consultora chilena Geobiota.
De lograr el CEOL, estiman iniciar la producción en 2027, con una capacidad de hasta 45.000 toneladas anuales en la primera fase.
La refinería de litio
Similar a lo que hacen Albemarle y SQM, el plan es enviar el concentrado de litio a refinar en la costa, donde se convierte en carbonato o hidróxido de litio. “En Mejillones tenemos mucho terreno, donde estamos pensando construir probablemente la mayor planta de refinería de litio del mundo, que podría refinar entre 500.000 y 1 millón de toneladas”, dice Egan.
La idea es que no sólo los recursos de Black Giant se refinen en la planta que se construiría hacia el 2030, sino que también los de otros proyectos, incluidos los de Argentina. Apuestan a que la mayoría utilice su tecnología, que reduce al mínimo las impurezas.
La construcción de la refinería está contemplada dentro de la inversión inicial de US$ 1.000 millones, pero Egan y Barrera comentan que, con el CEOL y su Del, “vamos a ser la mayor empresa de litio en el mundo”, lo que abriría la puerta a más proyectos en Chile y podría elevar la inversión de EnergyX hasta los U$$ 5.000 millones.
¿Y por qué Chile? “Confío en Chile como el país más progresista de Sudamérica, es una democracia del primer mundo, y tiene un TDLC con EEUU. Además, es difícil encontrar un recurso de clase mundial y tuvimos suerte de que estuviera disponible para ser desarrollado por nuestro equipo”, indicó Egan.