Aguas Andinas y Junta de Vigilancia del Río Maipo piden renovar decreto de escasez hídrica

Frente al escenario de escasez hídrica, Aguas Andinas, en conjunto con la Junta de Vigilancia de la Primera Sección del río Maipo, solicitaron al Gobierno, a través de la Intendencia Metropolitana, renovar el decreto de escasez hídrica sobre la cuenca para el periodo comprendido entre marzo y septiembre de 2020. Esto con el objetivo de habilitar a la Junta de Vigilancia para tomar las medidas necesarias para privilegiar el consumo humano frente a otros usos del agua.

La solicitud de renovación se realiza en virtud de que el decreto original, solicitado también por ambas instituciones, vence el 10 de marzo de este año. En esa fecha, además, se cumplen los seis meses legales de funcionamiento desde su puesta en marcha, con un escenario en que el cauce del río disminuyó 55% en comparación con un año normal, al cierre de 2019, según el promedio histórico de los últimos 30 años.

"En el actual escenario se vuelve imprescindible desplegar todas las acciones necesarias para priorizar el consumo humano del agua por sobre otros usos. En ese sentido, hemos llevado a cabo un trabajo colaborativo y de gran disposición por parte de los regantes y usuarios de la primera sesión del río Maipo, lo que ha sido fundamental para enfrentar esta emergencia hídrica", expresó el director de Planificación Sustentable, Tecnología e Infraestructura de Aguas Andinas, Alberto Blanco.

En ese contexto, la encargada de asuntos legales de la Junta, Natalia Dasencich, sostiene que "si bien estos últimos meses han sido extremadamente complejos en la distribución, ha primado el bien común como objetivo y la coordinación entre los usuarios. Ello ha permitido iniciar un proceso de aprendizaje y adaptación a las nuevas circunstancias en el manejo de la cuenca, el cual debe ser sostenido en el tiempo".

La solicitud se suma a la realizada en octubre pasado por la empresa para decretar zona de escasez hídrica en el río Mapocho, la que vence en abril, y al plan de inversiones por US$ 500 millones que tiene la firma. Ésta estrategia contempla obras de interconexión de distintos sectores que permitan llegar con agua desde fuentes más seguras a zonas con más afectación, nuevos sondajes en lugares de mayor disponibilidad de acuíferos, la ampliación de plantas de producción e impulsar el reúso de aguas regeneradas provenientes de las biofactorías.