La papelera brasileña Aracruz
Celulose, una de las principales empresas mundiales del sector,
cerró un acuerdo con bancos para renegociar una pérdida de US$2.130
millones asociada a contratos cambiarios de alto riesgo,
informó hoy la empresa.
En un comunicado enviado a los mercados financieros, Aracruz
explicó que antes el 30 de noviembre, "en una negociación de buena
fe", completará la reestructuración de la deuda asociada a esas
operaciones fracasadas.
Aracruz, al igual que otras 200 empresas brasileñas, encajan
fuertes pérdidas en contratos futuros de divisas, llamados
derivativos, o derivados, en los que apostaban a que se mantendría
la trepidante revalorización del real brasileño frente al dólar.
La empresa explicó que concluyó la negociación "para deshacer
parte sustancial de las operaciones con derivativos", eliminando el
97% de su exposición a estos papeles, con "una pérdida
total de US$2.130 millones".
Los derivativos han causado fuertes estragos en la contabilidad
de empresas brasileñas desde finales del tercer trimestre, cuando se
revirtió la fuerte revalorización del real en medio de la crisis
financiera internacional.
Desde el 30 de junio, cuando el tipo de cambio estaba en 1,59
reales por dólar, hasta hoy, cuando se cotiza en 2,15 reales, la
moneda brasileña ha perdido cerca de un tercio de su valor.
Hasta septiembre el tipo de cambio fijado en esos contratos
futuros solía variar, pero con clara tendencia a la baja, y la
mayoría de los papeles circulando en el mercado brasileño paga un
tipo de cambio de 1,75 reales para el cierre de 2008 y de 1,72 para
marzo de 2009, según otras fuentes.
Casi todas las grandes empresas exportadoras brasileñas
intentaron proteger sus ingresos con este mecanismo de riesgo, lo
que ha sido calificado por el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva
como una apuesta especulativa movida por la codicia, en un "casino"
financiero.
Según las empresas, en realidad estaban apostando a la solidez de
la economía y la moneda brasileña, mientras se las ingeniaban para
enfrentar costos crecientes en reales y balancearlos con sus
ingresos en dólares devaluados.
Aracruz es la principal productora mundial de celulosa blanqueada
de eucalipto, con el 24% del mercado global de esta fibra usada en
la fabricación de papeles de imprimir y escribir, sanitarios y
especiales.
Sus acciones preferenciales que forman el 56% del capital, son
negociadas en las bolsas de Sao Paulo, Nueva York y en la de Madrid
(Latibex).
El control accionarial está en manos de los grupos brasileños
Safra, Lorentzen y Votorantim (con 28% cada uno) mientras que el 12%
pertenece al Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes)
del gobierno brasileño.