Coca-Cola Andina suma tres nuevos directores y totalizará inversiones por US$ 510 millones en dos años
Miguel Ángel Peirano, vicepresidente ejecutivo de la embotelladora, se manifestó en contra de la circular del SII que busca subir impuestos a bebidas isotónicas y néctares.
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La embotelladora Coca-Cola Andina renovó su directorio en su junta de accionistas de este jueves, con la entrada de María Francisca Yáñez, Jacqueline Saquel y Gerardo Jofré.
Los tres nuevos nombres entran en reemplazo de Mariano Rossi, Felipe Joannon y Rodrigo Vergara.
De esta manera, la mesa queda compuesta por Juan Claro, Eduardo Chadwick, José Antonio Garcés, Gonzalo Said, Salvador Said, Luis Felipe Avellar, Georges de Bourguignon, Domingo Cruzat, Roberto Mercadé, Gonzalo Parot y Carmen Román, además de quienes ingresaron este año.
La compañía, asimismo, dio cuenta de su plan estratégico, con el que espera cerrar el período 2023-2024 con US$ 510 millones de inversión.
Andina destacó que US$ 34 millones irán a su planta Re-Ciclar -desarrollada junto a Embonor-, “la primera planta de resina reciclada de grado alimenticio de Chile”; que US$ 90 millones fueron destinados a una línea para producir cerveza bajo la marca Therezópolis y otros productos con y sin alcohol en la planta de Duque de Caxias en Brasil; y que US$ 30 millones fueron dirigidos a la reapertura de una planta de bebidas en Mendoza.
“Estas inversiones son posibles porque la compañía tiene amplia confianza en los países en que opera y van en línea con el compromiso de seguir por el camino del desarrollo sustentable en la producción y distribución de nuestros productos”, dijo Miguel Ángel Peirano, vicepresidente ejecutivo de la empresa.
Peirano también se refirió a la circular del SII que pretende subir impuestos a bebidas isotónicas, hipotónicas y néctares, por la cual filiales de la firma emprendieron acciones legales. “De confirmarse (…) constituye una clara vulneración del derecho que tienen los contribuyentes a que los efectos impositivos de sus operaciones, sobre todo cuando ello incide en los hechos gravados, sean aquellos previstos por la ley y que, por tanto, no pueden ser alterados a través de normas administrativas que no tienen rango legal”.
Agregó que el impuesto “es arbitrario, porque siendo un impuesto correctivo, que busca reducir el consumo de un ingrediente crítico, grava también a bebidas que no contienen azúcar”.