Alerta en Junaeb: concesionarios declaran estar al borde del colapso por alzas en costos de alimentos
Gremio afirma que, de no recibir una solución al problema, algunas compañías tendrán que devolver los contratos. El servicio se abre a modificar las licitaciones en función del contexto económico y la realidad de los colegios.
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Durante mayo, varias empresas concesionarias de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) sostuvieron reuniones con el director subrogante del servicio -el concurso para el cargo sigue en proceso-, Alejandro Layseca. ¿La razón? Las compañías acusan importantes problemas económicos debido a las alzas en los costos de los alimentos, que se han visto empeorados por descoordinaciones y cambios de último minuto en las operaciones. El más reciente, la decisión de adelantar las vacaciones de invierno, colmó el vaso.
Desde Soser, una de las firmas que participan del sistema, señalaron a Junaeb que “llevan 41 años en el rubro y nunca les había tocado vivir lo que ha pasado los últimos años”, según la información de la plataforma de la Ley del Lobby. En otra reunión, Marchant Ibáñez, una pequeña compañía que entrega raciones a nueve colegios, asegura que el costo de la minuta llegó a subir un 31% mensual.
Algunas de las empresas sostienen que es la peor situación “que les ha tocado vivir en 41 años” y que el costo de la minuta ha llegado a subir un 31% mensual.
“No están llorando por llorar. De verdad se está dando una crisis gravísima que afecta la estabilidad de este sistema, que ha sido ejemplar por 60 años y no podemos perder. Si este tema no lo corregimos dentro de los próximos 30 días, estas empresas no van a poder prestar servicios y van a tener que devolver los contratos al Estado y los grandes afectados van a ser los propios niños”, alerta Darío Calderón, presidente de Nutre Chile, gremio que agrupa a 22 concesionarias, cerca del 80% de este mercado según señala el mismo dirigente.
Calderón destaca que el equipo interino que está dirigiendo el servicio ha tenido “muy buena disposición”, pero que en instancias superiores del Mineduc no han sido respaldados, por lo cual esas gestiones no han sido suficientes.
Junaeb envió una declaración a este medio donde señala que con las empresas “se han acordado diferentes líneas de trabajo orientadas tanto a garantizar la operación del programa, la cobertura, la calidad y la aceptabilidad”.
Además, se abrieron a modificar las licitaciones “contemplando incorporar cambios que consideren las variables y externalidades económicas, pero sobre todo que garantice la calidad y la entrega adecuada del servicio”.
Las causas
La inflación es una de las responsables del escenario que denuncian las empresas. El presidente de Nutre Chile explica que uno de los problemas es que el pago a los operadores se ajusta por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y no por el de Alimentos (IPA), que va por encima. Por ejemplo, en el boletín de mayo del INE, el IPC incrementó un 1,2%, pero en la categoría de alimentos y bebidas no alcohólicas esta cifra sube a un 1,8%.
Calderón solicita que este cálculo se modifique y, además, que se pague un mayor porcentaje en función de los costos fijos, ya que “hoy los concesionarios están trabajando a pérdida”. El polinomio por el que se hacen los pagos es cerca de un 40% en relación a los costos fijos y el resto a los variables. En otra de las reuniones publicada en la Ley del Lobby, representantes de varias empresas señalaron que esto “está mal calculado y no representa la realidad” y pidieron “flexibilizar la estructura en relación a los costos”.
Por otro lado, Calderón sostiene que “subsiste una deuda del Estado respecto a los concesionarios de entre $ 25 mil millones y $ 30 mil millones, por servicios prestados, que por problemas administrativos de Junaeb arrastrados de años anteriores, no ha podido ser cubierta”. En esa línea, la empresa de alimentos Hendaya, en su reunión con el servicio, abogó por “regularizar el pago de las raciones entregadas”.
Ahora, los ajustes en las fechas de las vacaciones de invierno añadió una presión extra, ya que a las compañías se les paga por ración servida y deben seguir entregando alimentos. Calderón subraya que muchos niños no van a estar en los colegios, por lo que mucha comida no se va a recibir, significando mayores pérdidas para las empresas. Por eso, propone que se entreguen canastas.
Agrega que se han cursado multas por temas no atingentes a las empresas, sino por falencias en las cocinas de los propios colegios.
Desde Junaeb aseguraron que mantienen “un compromiso por respetar los contratos suscritos” y de velar por la oportunidad del pago.
La licitación “gourmet”
El año pasado, bajo la administración de Jaime Tohá, se hicieron “cambios agresivos” en el menú de Junaeb para hacerlo más sano. Entre ellos, se disminuyó la ración de pan, se reemplazó la leche en polvo por líquida, y algunas pastas por cereales como quínoa y cuscús.
Desde una empresa señalan -bajo reserva- que, aparte del incremento en el valor, esta “comida gourmet” ha sido rechazada por los niños que “dejan las bandejas llenas”.
Calderón concuerda y sostiene que “hay una excesiva preocupación por ser gourmet, en circunstancias en que lo primero es llegar a que el sistema sea universal”.
Al respecto, la administración actual de Junaeb señaló que se está avanzando en subsanar ciertas situaciones y en la aceptabilidad de la comida, “reconociendo la realidad territorial y cultural de las comunas”. Por ejemplo, indica, “se volvió a aumentar la frecuencia de pan porque era una de las principales demandas”.