La crisis financiera internacional ha frenado el
renacer del grupo automovilístico Fiat, el motor de la industria de Italia, que
sufrirá una caída de un 14,15% de sus utilidades en el ejercicio de 2008, según
los analistas.
Después de tres años consecutivos de buenos resultados tras la crisis que
atravesó el grupo a finales del siglo XX, los expertos han anunciado que Fiat
sufrirá una caída de sus beneficios en el ejercicio de 2008 al pasar de los US$
2.65 millones registrados el año pasado a los US$ 1.760 previstos.
El próximo jueves está prevista la reunión del consejo de administración de
Fiat en la que se comprobará cómo la crisis financiera mundial, que ha golpeado
con dureza a la industria automotriz, ha afectado a las cuentas de 2008.
Según las previsiones de los analistas publicadas en estos días en los medios
de comunicación italianos, el último trimestre de 2008 será particularmente
negativo para el grupo automovilístico de la familia Agnelli, una de las más
poderosas del país, al pasar de los US$ 771 millones de beneficios del año
anterior a US$ 374 millones.
Si en 2007, Fiat consiguió un beneficio neto de US$ 2.65 millones, lo que
suponía prácticamente duplicar las ganancias de US$ 1.488 millones de 2006,
para este año se prevé una bajada.
Los expertos prevén un beneficio neto de US$ 2.275 millones, lo que supone una
bajada de un 14,15% respecto al año anterior.
La empresa que preside Luca Cordero di Montezemolo volverá a sumar deudas y el
endeudamiento neto industrial se colocará en US$ 3.322 millones.
La crisis en Fiat ha afectado sobre todo a los trabajadores de las fábricas de
autos repartidas en todo el territorio italiano, ya que cerca de 50.000
empleados han sido despedidos temporalmente, durante varias semanas en los
últimos meses debido a la caída de la producción, y se prevé que en febrero
continúen los paros técnicos.
"Es una situación irreal. Se han enviado al paro a más trabajadores que en
2002 (cuando Fiat vivió su gran crisis) y además los recortes afectan a todos
los sectores", afirmó Giorgio Airaudo, secretario general del sindicato
Fiom en Turín (noroeste).
En 2008, Fiat siguió siendo líder de venta en Italia con una cuota del 31,87%,
con una ligera subida respecto al 31,32% de 2007.
Pero el dato más preocupante para la empresa de Turín es que las ventas de autos
en 2008 en Italia bajaron un 11,86%, pasando de las 780.821 en 2007 a las 688.232 de este
año.
El pesimismo ya se dejó palpar en las últimas declaraciones del consejero
delegado de Fiat, Sergio Marchionne, en las que anunciaba que había que buscar
con urgencia alianzas para salir de la crisis, así como instaba a las
autoridades europeas a conceder ayudas al sector motor.
"Es necesario y urgente que se aprueben medidas de apoyo al sector. Sólo
una estrategia común a nivel europeo puede evitar las diferencias que se están
creando entre países y entre los diferentes constructores, violando así los
principios de competencia previstos en el mercado único", exigía
Marchionne.
Por otra parte, Marchione explicó que Fiat sólo será capaz de cumplir sus
objetivos de ganancias anunciadas para 2010 "si el mercado vuelve a la
normalidad a finales de este año".
"No se esperan condiciones 'normales' este año, especialmente en el primer
semestre y sólo si se vuelve a la normalidad a finales de año, podremos
confirmar los objetivos para 2010", anunció Marchionne durante un
seminario en Suiza.
En el plan industrial trimestral 2007-2010, que el grupo automovilístico
italiano presentó en 2006 -cuando la crisis financiera mundial no era ni una
hipótesis- Marchionne preveía en 2010 un beneficio neto de US$ 4.524 millones,
mientras la facturación consolidada llegaría a los US$ 86.597 millones.
Los analistas no creen que Fiat pueda cumplir sus objetivos si no es, como hoy
anunció, con la ayuda de una alianza (con Chrysler).
Estas previsiones negativas también habían empujado a la agencia de
calificación de riesgo Moody's a poner hace unos días bajo observación a Fiat
ante la posibilidad de tener que rebajar su posición.