Los fabricantes europeos de vehículos
pedirán mañana a la Comisión Europea (CE) más ayuda para el sector
ante la grave situación que atraviesa debido a la crisis económica.
Carlos Ghosn, presidente ejecutivo de Renault y presidente de la
Asociación Europea de Constructores de Automóviles (ACEA), planteará
la cuestión en una reunión con el presidente de la Comisión Europea,
José Manuel Durao Barroso, y con el comisario de Industria, Gunther
Verheugen.
Ghosn presentará "los detalles de por qué el sector necesita
ayuda y qué tipo de apoyo se requiere", señaló a EFE una fuente de
la asociación.
Los constructores europeos solicitaron a finales de 2008 créditos
blandos por US$ 51.972 millones para financiar el desarrollo de
vehículos más respetuosos con el medio ambiente.
Hasta ahora, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha
comprometido préstamos por US$ 20.788 millones escalonados durante
cuatro años (2009-2013) para la industria del automóvil y de
componentes, según la misma fuente.
Los pasos dados hasta ahora "no se corresponden con la cifra"
planteada por los fabricantes de vehículos, añadió.
Las ventas de automóviles en la UE y otros países de Europa
Occidental bajaron en 2008 un 7,8%, pero las cifras mostraron un
agravamiento mucho más severo en el cuarto trimestre (caída del
19,2%).
En el caso de los vehículos comerciales, la reducción para todo
el año pasado fue del 9%, que se disparó al 24% durante el último
trimestre, según datos de ACEA.
Los ministros de Industria de la UE se mostraron de acuerdo, en
una reunión monográfica sobre el sector celebrada el pasado día 16
en Bruselas, en que la industria del automóvil necesita ayuda para
superar la grave crisis que atraviesa y coincidieron en que las
medidas de apoyo deben coordinarse.
El comisario Verheugen, promotor de esa cita, admitió que las
perspectivas para este sector, muy importante para la economía
europea, son "brutales".
El comisario alemán explicó que los problemas actuales del sector
son resultado de la menor demanda (por la crisis económica y el
deterioro de la confianza), los problemas estructurales del sector
(que han conducido al exceso de capacidad de producción) y la gran
dificultad para encontrar financiación.
El sector del automóvil y los vehículos comerciales genera 2,2
millones de empleos directos y 12 millones de puestos de trabajo si
se incluye el empleo indirecto.
La difícil situación del sector producto de la crisis financiera
y la grave económica ha generado numerosos despidos, así como muchas
medidas temporales de regulación de empleo, aunque ACEA no ha podido
contabilizar cuantos trabajadores se han visto afectados debido a la
diferente naturaleza de la medidas emprendidas por los fabricantes
de vehículos y de componentes en cada país.