El regulador estadounidense elevó la temperatura en Volkswagen ayer, acusando al fabricante alemán de haber instalado el software para falsear los test de emisiones también en los últimos modelos de sus marcas de lujo Porsche y Audi.
La Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA, su sigla en inglés) afirmó que VW instaló el software en al menos 10.000 vehículos diésel más de los que admitió anteriormente, unas noticias que amenazan con exacerbar la crisis corporativa que envuelve a la automotriz.
La agencia señaló que ha descubierto que vehículos, incluyendo el modelo Touareg de 2014 de VW, el Porsche Cayenne de 2016 y el Audi A6 Quattro de 2016 emiten nueve veces más del nivel permitido de óxido de nitrógeno que cuando fueron probados.
Los vehículos implicados tienen motores de 3.0l. La compañía admitió a principios de septiembre haber instalado “dispositivos de desactivación” –que cambiaban a control de emisiones sólo cuando los sensores detectaban que el vehículo estaba siendo evaluado– en 482.000 unidades con motores diésel de 2.0l vendidos en el país. Más tarde indicó que más de 11 millones de autos con motores 2.0l en todo el mundo estaban afectados.
La agencia indicó que el último descubrimiento incluye vehículos vendidos en EEUU desde los modelos de 2014, lanzados en 2013, y un número desconocido de vehículos del modelo correspondiente a 2016, a la venta en los últimos meses.
“VW ha incumplido de nuevo su obligación de cumplir la ley que protege el aire de todos los estadounidenses”, afirmó Cynthia Giles, asistente de administración de EPA. El anuncio llega después de que la EPA advirtiera a todas las compañías que venden vehículos diésel en EEUU que la situación podría derivar en más pruebas. VW no comentó inmediatamente una solicitud enviada sobre el asunto.