Iberdrola culminó en los últimos días su salida de Chile con la venta de la participación de 55% que tenía en la Empresa Eléctrica Licán, en una operación valorada en
US$ 55 millones. La compañía española, presidida por Ignacio Sánchez Galán, traspasó ese porcentaje a la chilena ICL, propietaria del 45% restante del capital.
Con esta operación, Iberdrola suma ya 1.200 millones de euros de desinversiones de activos considerados no estratégicos entre el año pasado y lo que va de éste, dentro de su actual plan estratégico.
Este plan, que abarca el período 2012-2014 y tiene por objetivo recortar deuda en 6.000 millones, contempla desinversiones de 2.000 millones (ampliables a 5.000 millones en función de la evolución del problema del déficit de tarifa eléctrico en España). Hace unos días, Iberdrola también anunció que culminó la venta de casi un 9,4% del gasoducto Medgaz a Cepsa por 67 millones. Queda por materializar el traspaso de otro 10,6% a Sonatrach a precios equivalentes. La Empresa Eléctrica Licán posee una central hidroeléctrica de 18 megavatios.
En junio de 2009, Iberdrola ya vendió el 95% de la compañía chilena Iberoamericana de Energía (Ibener), que contaba con dos centrales hidroeléctricas. Un año antes, en julio de 2008, Iberdrola se había desprendido del 51% de la compañía chilena de aguas Empresa de Servicios Sanitarios de Los Lagos (Essal), que fue adquirida por la empresa Aguas Andinas, filial de la española Aguas de Barcelona.
Además de Medgaz, por cuyo 20% obtendrá unos 150 millones de euros, la desinversión más relevante que ha tenido lugar este año es la de sus activos eólicos en Polonia por 203 millones.
Uno de los activos que se espera que Iberdrola también venda tarde o temprano es el 6% que aún conserva del grupo luso EDP. (Expansión)