Cuevas: “La equidad de género debe priorizarse como desafío de negocio, con indicadores y metas”

De vuelta a su cargo de subsecretaria, y en medio del ajetreo tras la designación de Macarena Santelices como ministra de la Mujer, Carolina Cuevas dice que persistirá en dos de los énfasis de su gestión: promover la autonomía económica de las mujeres y reforzar el plan de contingencia ante el mayor riesgo de violencia contra la mujer en períodos de cuarentena.

"Cumplimos una etapa en la que el centro fue enfrentar la crisis Covid-19 con perspectiva de género. Aún queda por avanzar y continuaremos aún con más fuerza trabajando para apoyar a las mujeres en estos momentos difíciles", responde por mail tras la designación de la nueva secretaria de Estado. Y sobre la polémica que generó la designación, afirma que "la ministra dio las explicaciones respecto a sus dichos (...) como ministerio seguiremos impulsando el trabajo en conjunto con la sociedad civil y el sector privado para abrir espacios de diálogo y trabajar en unidad, que sobre todo en estos momentos es muy relevante".

El Ministerio de la Mujer, junto a Hacienda y ChileMujeres, elaboró el primer "Reporte de Indicadores de Género en las Empresas en Chile", que sistematiza información entregada por las compañías a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).

La idea, explica la subsecretaria, es que las empresas puedan usar esta data para medirse y mejorar.

"El gran desafío que tenemos en materia de mercado laboral es aumentar la participación laboral femenina. En Chile todavía está en torno al 50% y tenemos una brecha con la masculina de casi 20 puntos. Las empresas tienen que empezar a poner la equidad de género como una prioridad y abordarla como cualquier otro desafío de negocio, estableciendo indicadores y metas con la misma rigurosidad", afirma.

- ¿Qué tanta conciencia hay en las empresas respecto de esto?

- Ha ido avanzando, aunque más lento lo que nos gustaría. Hoy en el discurso están prácticamente todos. Ahora, lo que necesitamos, es pasar a la acción. Cuando uno quiere avanzar de verdad, y así lo hacen las empresas en cualquier desafío de negocio, se define una necesidad, una meta y en base a eso planes y estrategia para lograrlo. Para eso también debes saber cuál es tu punto de partida y lo que buscamos con este reporte es que las empresas lo usen para gestionar, y, con eso, tener empresas más equitativas, más diversas y, por lo tanto, más robustas.

Hay muchos estudios que ya han demostrado que tener más mujeres es favorable para los negocios.

También hay que tener claro que estas cosas no pasan por generación espontánea. Hay algunos que dicen 'oye, pero dejemos que la curva siga como se viene dando, las mujeres ya van a llegar a los directores'. Nuestra mirada es que para que haya avance tenemos que tomar decisiones. Si no, a este ritmo, para cerrar las brechas nos vamos a demorar los 200 años que pronostica el Foro Económico Mundial.

- Esto es voluntario, ¿no hay herramientas legislativas que lo empujen?

- Es una mezcla. Hay internacionalmente lo que algunos llaman las regulaciones soft y que se refiere a los reportes. En Chile, de acuerdo a la norma 386, las empresas que están en el marco regulatorio de la CMF tienen que reportar la participación de mujeres y hombres por nivel jerárquico, la participación de mujeres en los directorios y los niveles altos de la compañía y la brecha salarial por nivel jerárquico (ver infografía). Y hemos estado trabajando con la CMF en la modificación de esa norma, de manera de avanzar en la línea de consultar por metas y políticas.

- ¿En qué etapa está ese cambio?

- La CMF hizo la consulta pública, que terminó en marzo, y por la contingencia las mesas programáticas que estaban previstas no se pudieron hacer. Esperamos poder contar este año con la nueva normativa. Lamentablemente, la crisis nos ha modificado bastante la agenda, pero estaba bastante avanzado.

- Aparte del beneficio económico para las empresas, ¿qué más significa una mayor participación de la mujer en el mercado laboral?

- En términos sociales, tiene un impacto muy relevante, porque la autonomía económica de las mujeres está muy vinculada a evitar la violencia intrafamiliar. Hemos comprobado una y otra vez que la autonomía económica es lo que les permite a las mujeres tener las riendas de su vida, tomar decisiones, salir de un círculo de violencia, aumentar su autoestima y muchas veces, también, salir de la pobreza y, cuando son un segundo ingreso, la posibilidad de moverse socialmente hacia la clase media.

Por eso es tan importante que haya mujeres en los lugares donde se toman las decisiones de las compañías o en las posiciones de liderazgo, porque eso nos va a permitir avanzar más rápido en conectar con la realidad de estas mujeres que hoy día están quedando fuera.

- Respecto de la crisis, ¿qué pasa con la situación de las mujeres?

- El impacto económico sobre las mujeres es muy importante. Las mujeres están en sectores informales más que los hombres; son mayoritarias, un 74%, en el sector salud, y están en rubros que son de los más afectados, como el comercio y el turismo.

Ahora, sin duda esta es una situación que tiene costos para todos.

- ¿Qué tan preparadas están para trabajar en esta crisis? ¿Cuentan con las herramientas tecnológicas?

- Efectivamente, hay en Chile una brecha digital y hoy probablemente es más necesario que nunca cerrarla. La posibilidad del teletrabajo es muy buena, pero depende de la digitalización de las personas.