Compañías del grupo Lanzco piden su quiebra tras cinco décadas de historia
El holding nacional, fundado en 1972, intentó sin éxito una reorganización.
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Las empresas del grupo Lanzco –que centra sus negocios en el arriendo y venta de equipos para la minería, construcción e industria- no dan más: tras intentar llevar adelante un plan de reorganización financiera, afectadas por la crisis social y la pandemia, ahora solicitaron la quiebra.
Ligada a Peter Lanz y Herbert Springmüller, la firma nació en 1972 y está conformada por: Lanz y Cía. Limitada (venta de equipos y servicios para la minería e industria), Lanz Tecnomaster Limitada (arriendo de equipos para bombeo y proyección de hormigón y mortero), Renta Equip Chile Limitada (arriendo de equipos y maquinarias para la construcción de obras civiles) y Técnica de Maquinarias Limitada (venta de equipos, maquinarias y motores para la construcción). Las tres primeras fueron las que solicitaron su liquidación voluntaria.
En el documento presentado a la justicia se afirmó que, desde el último trimestre de 2019, las ventas cayeron de forma sucesiva, hasta un 75% respecto del trimestre anterior, lo que –dijo- afectó notablemente sus resultados. “Pese al esfuerzo desplegado en la reducción de sus costos y una reversión a la baja en las ventas experimentada a comienzos del año 2020, dicha tendencia fue alterada en forma significativa desde que se conocieron los efectos de la pandemia a partir de marzo, lo que la llevó a una operación limitada y reducida de sus actividades tanto en el área de arriendos de equipos, servicios y ventas, debido a que la minería y la construcción disminuyeron considerablemente sus proyectos”, señaló la empresa.
A partir de abril, agregó, dichos efectos generaron un fuerte impacto financiero en varias de las empresas Lanzco, especialmente en Lanz y Cía. Limitada, lo que –según la firma- impidió servir oportunamente varios de sus compromisos con la banca y proveedores, sufriendo un empeoramiento importante en su situación financiera. Destacó que sus índices de viabilidad económica no mejoraron, pese a que activó un programa que incluyó acogerse voluntariamente a la ley de protección al empleo y la implementación de un control exhaustivo sobre todos los gastos y egresos, limitándolos a los estrictamente esenciales, procurando –señaló- obtener financiamiento vía créditos de emergencia para solventar su alicaída operación.
“Lamentablemente dicho procedimiento no pudo seguir adelante por anticiparnos varios de nuestros acreedores que no apoyarían la propuesta de pago que se estaba elaborando”, dijo.
Dado esto, afirmó: “La empresa se ve en la necesidad de solicitar su liquidación voluntaria ante las mencionadas circunstancias que han vuelto inviable su continuidad, encontrándose en insolvencia notoria”.