El presidente del banco Santander,
Emilio Botín, presentó hoy al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula
da Silva, el plan estratégico del grupo financiero que prevé
inversiones por US$ 1.125 millones en el país hasta 2010.
Botín le manifestó a Lula su confianza en la fortaleza de Brasil
para afrontar la crisis global y le confirmó la decisión de
inaugurar 400 nuevas oficinas del banco en los próximos años,
informó el Santander en un comunicado.
"Brasil es un gran país, que combina un mercado fantástico con un
potencial agrícola, mineral, tecnológico, industrial y de servicios
que le han convertido, sin duda, en una de las más grandes potencias
a nivel mundial", afirmó Botín, citado en el comunicado.
La visita del empresario español corresponde a un mecanismo de
visitas de cortesía anuales para comunicar los planes del banco y no
tiene relación con los despidos que se dieron a conocer la semana
pasada en sucursales del Santander en Sao Paulo, informaron voceros
de la Presidencia.
La semana pasada, la filial brasileña del Santander y el Banco
Real, también propiedad de la empresa española, concretaron el
despido de 400 empleados, según denunció un sindicato de empleados
de banca, lo que no fue ni confirmado ni desmentido por el banco.
El sindicato aseguró que los despidos responden a la estrategia
de fusión del Santander con el Banco Real y que nada tienen que ver
con los efectos de la crisis financiera en la institución.
Tras la adquisición del Banco Real en 2007, como parte del
paquete de activos en la operación ABN Amro, el Santander se
convirtió en el cuarto banco en Brasil, por detrás del Itaú
Unibanco, el Bradesco y el estatal Banco do Brasil.
En Brasil, el Grupo Santander tiene activos por US$ 57.624 millones y 8,5 millones de
clientes.
El plan estratégico, que fue oficialmente presentado por Botín el
pasado octubre, refleja las inversiones que hoy le comunicó el
presidente del banco a Lula y además, la adquisición de una nueva
sede en Sao Paulo por US$ 457 millones, operación ya realizada por el ente.
El objetivo del banco en Brasil es obtener un beneficio de cerca
de US$ 9.000 millones entre 2008 y 2010, para que la filial
brasileña aporte en torno al 20% de los ingresos totales
del grupo.