Reconocida cadena de clínicas dentales pide su quiebra: Dijo que fue “fuertemente afectada por la pandemia”
Dentix Chile -que fuera filial del grupo español Dentix, que quebró en 2020- llegó a contar con sucursales en Las Condes, Lo Barnechea y Huechuraba. Suma pasivos por $ 3.600 millones, y cuentas por cobrar a clientes por $ 1.700 millones.
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La empresa Dentix Chile SpA –dedicada a la prestación de servicios dentales u odontológicos ambulatorios- solicitó su liquidación voluntaria. La empresa –de propiedad de International Dental Corporation S.A.S., y que antes fue filial del grupo español Dentix, que quebró en 2020- apuntó a los efectos que le generó la pandemia.
La sociedad llegó a contar con sucursales en Las Condes, Lo Barnechea y Huechuraba, y suma pasivos por $ 3.600 millones. Sus principales acreedores son Plaza Oeste, Inversiones JRC (representada por Ricardo Saieh Mobarec) y Laboratorio Cerolab Limitada (representada por Esteban Pastor Chiriboga). Además, según los antecedentes que proporcionó a la justicia, la empresa dijo que tiene cuentas por cobrar por $ 1.780 millones a 1.165 clientes.
“La sociedad realizó grandes esfuerzos por recuperar su andar exitoso -acordando, incluso, un importante aumento de capital a mediados del año pasado-, lo cierto es que ello no fue posible”.
En su solicitud de liquidación, el abogado de la compañía, Nicolás Lama, detalló que ésta se constituyó en septiembre de 2015 como una sociedad destinada a la prestación de, entre otros, servicios dentales u odontológicos ambulatorios consistentes en diagnóstico, consultas, implantes dentales, ortodoncia, periodoncia, estética dental, imagenología y laboratorio integral.
“Con el correr de los años, la sociedad desarrolló exitosamente su giro”, dijo el jurista, para luego afirmar: “Lamentablemente, como ocurrió con la gran mayoría de las empresas de nuestro país pero, especialmente con aquellas dedicadas a los servicios dentales (por razones obvias, dado el contacto que implica la prestación de dicho servicio y, por ejemplo, la necesidad de no utilización de mascarilla por parte del paciente), el desarrollo del negocio de nuestra representada se vio fuertemente afectado por la pandemia derivada como consecuencia del Covid-19”.
El abogado dijo que la empresa intentó salir a flote, con aumento de capital de por medio, pero los resultados no fueron los esperados. “Si bien la sociedad, tanto durante la pandemia como con posterioridad a la misma, realizó grandes esfuerzos por recuperar su andar exitoso -acordando, incluso, un importante aumento de capital a mediados del año pasado-, lo cierto es que ello no fue posible, razón por la cual, a mucho pesar, se ha visto en la obligación de solicitar su liquidación voluntaria”, sostuvo el abogado en representación de la compañía.
Los orígenes
La cadena de clínicas dentales Dentix partió en 2001, de la mano del odontólogo hispano Ángel Lorenzo Muriel. Abrió la primera sucursal en el barrio Pueblo Nuevo en Madrid, y en menos de una década llegó a manejar más de 300, repartidas por España, Colombia, México, Chile, Italia y Reino Unido. Todas propias, sin franquicias.
Según medios españoles, su popularidad se apoyó en una fuerte campaña publicitaria, que hablaba de una nueva forma de hacer odontología (el Método Dentix) y que incluyó la utilización de la imagen de personajes famosos, como los futbolistas Iker Casillas y Andrés Iniesta. Esta práctica luego fue prohibida en España.
El grupo llegó a facturar 480 millones de euros en 2018, último ejercicio del que se tienen datos. Su negocio se basaba en la concesión de créditos a sus clientes, que luego eran cedidos a bancos e inversionistas con el correspondiente descuento, a cambio de dinero fresco. Pero esa fuente de financiación se empezó a complicar en 2019, ante el preocupante volumen que había adquirido la deuda y el creciente número de impagos, según destacaron medios hispanos.
A comienzos de 2020, el principal acreedor de Dentix, KKR, accedió a convertir en acciones un crédito de 160 millones de euros pendiente desde 2016 y a suscribir una ampliación de capital de 40 millones, que daría oxígeno a la cadena. Sin embargo, el fondo estadounidense se echó atrás alegando que la información que se le había proporcionado era errónea e incompleta.
En medio de este complejo escenario, el conglomerado vendió sus filiales en Chile y Colombia a Evolvere Capital, un fondo de capital de riesgo, que no pagó nada por estas dos compañías, según informó el medio hispano El Confidencial, pues el objetivo era reducir los pasivos de la matriz.
La apuesta era salvar el negocio principal en España, pero–a fines de 2020- la compañía quebró, dejando en la calle a más de 3.000 trabajadores y miles de clientes con los tratamientos a medias. Actualmente, la justicia hispana investiga un presunto delito de estafa tras cientos de denuncias de clientes.